“Que nadie los pisotee”: Colin Power
General y diplomático de origen jamaicano, ex secretario de Estado, republicano como Donald Trump y consumidor de hot dogs de un food truck manejado por un mexicano en Nueva York, Colin Powell estuvo en la convención anual de banqueros y habló sobre la actitud que necesita desplegar el gobierno mexicano frente a los amagos de la administración Trump.
Los consejos de Powell sobre el power que debe mostrar México en la mayor prueba de estrés diplomático y político que estamos enfrentando desde la guerra de 1846-1848, cuando el país pierde la mitad de su territorio, son muy claros.
“Recuerden que son un país soberano, no entren a esta negociación pensando que son el 10%. Son una tercera parte, son un país soberano, no dejen que nadie los pisotee. Cuando les digan: ‘vamos a construir un muro y ustedes van a pagar por eso’, su respuesta debe ser ‘no, para nada’.
“Yo les digo a mis amigos mexicanos que tengan fe en la relación con Estados Unidos: no se desalienten por los problemas que tenemos. Estados Unidos siempre tiene problemas en ocasiones y ustedes ayudan a la economía norteamericana”.
Añadió: “Si ustedes quieren comprobar al señor Trump que los migrantes son importantes, especialmente los de México y los de Centroamérica, que todos se queden en su casa y a ver quién va a trabajar, quién va a cocinar, a limpiar los cuartos, quién está atrás. El país cerraría si los migrantes no estuvieran ahí”.
Las palabras del general cuatro estrellas son una guía práctica para el tipo de actitud y relación que deberá tener el gobierno mexicano en las próximas semanas, cuando se apruebe un nuevo impuesto fronterizo, empiece la renegociación del TLC, la construcción del muro y se estacione en nuestra frontera norte medio millón de migrantes deportados de diversas nacionalidades.
El gran riesgo que corre el gobierno mexicano es que la prudencia diplomática mostrada hasta ahora se confunda con debilidad, la mesura política se considere miedo y la serenidad gubernamental se perciba como cobardía.
A los próximos negociadores de México en Washington no les haría mal leer y releer uno de los libros primarios de Donald Trump (primario por lo instintivo, crudo y elemental de su contenido). En El secreto del éxito, Trump revela una de sus estrategias exitosas en el mundo salvaje de los negocios:
“¿Cómo reaccionar cuando alguien daña intencionalmente tu reputación? Si alguien te hace daño, mi consejo es “¡Desquítate!”. No es el consejo típico, pero sí es un consejo de la vida real. Si no te desquitas, eres un cobarde. Si alguien te perjudica, persíguelo, pues la sensación es agradable y otras personas te verán hacerlo. Me encanta desquitarme. Cuando me hacen daño busco a los culpables, ¿y saben qué pasa? No me perjudican tanto como a otros porque saben que si lo hacen, se meterán en un buen problema. Siempre hay que desquitarse. Busca a las personas que te han perjudicado. Vivimos en una selva llena de toda clase de fieras que buscarán aprovecharse de ti. Si te da miedo contestar con golpes, ¡la gente pensará que eres un perdedor! Saben que pueden insultarte, faltarte el respeto, aprovecharse de ti y salirse con la suya. ¡No permitas que esto suceda! Pelea y desquítate siempre, las personas te respetarán por eso” (p.41, Harper-Collins ebooks).
Tal vez parezca grosero y pendienciero este consejo. Sin embargo, la traducción políticamente correcta nos la acaba de obsequiar Colin Powell en Acapulco: mexicanas y mexicanos, “que nadie los pisotee”. M