Gobernadores buscando culpables en el lugar equivocado
La semana pasada, Miguel Ángel Mancera dijo que el aumento de delitos en la ciudad tenía que ver con el nuevo Sistema de Justicia Penal. Lo dijo sin demasiada evidencia, ni datos. Lo dijo, pues, por decirlo.
No es el primer mandatario estatal que dice algo parecido.
Frente a sus fracasos particulares, buscan un culpable.
No se dan cuenta de que los únicos culpables son ellos o sus antecesores.
El nuevo sistema, en los hechos, está funcionando y mejor que el anterior. Ciertamente está lejos de cumplir las expectativas pero, sobre todo, es porque con todo y el tiempo que tuvieron para prepararlo no se invirtieron los recursos ni se hicieron las capacitaciones ni se corrigieron y entrenaron los protocolos a los que obliga un sistema más justo basado en la presunción de inocencia.
El Imco acaba de hacer público un estudio sobre el nuevo sistema. Lo hizo con datos de Morelos, único estado que se abrió a dar todos sus datos. Con ese ejemplo, el Imco dice: “El NSJP en el estado de Morelos no ha sido un retroceso, ya que sí hay evidencia de algunas mejoras, aunque éstas no han sido del todo significativas. Los desafíos más relevantes permanecen en el desempeño de las policías y el Ministerio Público. A continuación se presentan los principales aspectos detectados en la información obtenida. “¿Se necesitan más reformas? “Un cambio de sistema, es decir, del paradigma de cómo operaba históricamente la justicia penal mexicana, no ha sido suficiente para generar investigaciones criminales de calidad. Esto permite aseverar que la respuesta no está en continuar reformando leyes o tomar alguna otra medida como gastar más recursos, sino en conocer primero cuáles son las causas de los resultados que a casi un año de la entrada en vigor del NSJP han sido el sustento de la desconfianza ciudadanía en la etapa de procuración de justicia.
“…La evidencia muestra que al final de los procedimientos, la mayor parte de las denuncias terminan archivadas o en el olvido y la persecución de los delitos no es eficiente ni efectiva”.
Lo que queda comprobado en las más de cien páginas del estudio es que la preparación, capacitación y diseño de estrategia del cambio de sistema fue, seré generoso, insuficiente. Y que en los casos en que las cosas se hacen bien, pues salen bien.
Así que antes de cambiar leyes, si quieren encontrar un culpable, los gobernadores deberían verse a sí mismos. M