Reprimen a opositores; chavistas, contra OEA
La oposición venezolana intensificó la presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro con una jornada de protesta que dejó nueve heridos, uno de bala, y que el presidente denunció como un plan para llenar las calles de “sangre”.
Un día después de que la Organización de Estados Americanos (OEA) declarara que en Venezuela hay una “grave alteración” de la democracia, unos mil opositores exigieron devolver las facultades al parlamento de mayoría opositora, elecciones y libertad de sus líderes presos.
La policía impidió que marcharan hacia la sede de la Asamblea Nacional (parlamento), en el centro de Caracas, en apoyo a una sesión —que tendrá lugar hoy— en que la mayoría opositora busca destituir a jueces del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), luego de que éste usurpó la semana pasada poderes del Legislativo y retiró la inmunidad a los diputados. La repulsa internacional que, al igual que la oposición denunció un “golpe de Estado”, obligó al TSJ a dar marcha atrás.
El líder de la Asamblea, Julio Borges llamó a una nueva protesta este jueves y anunció que hoy se iniciará el proceso para intentar destituir a jueces, aunque la remoción es improbable pues depende del Poder Ciudadano, integrado por la fiscal, el defensor y el contralor, aliados del gobierno.
Miles de chavistas marcharon contra la OEA, que el lunes anunció gestiones diplomáticas para recobrar el “orden democrático. El tribunal de inquisición de la OEA está condenado a fracasar”, dijo Maduro, elegido hasta 2019 y cuya gestión rechazan siete de cada diez venezolanos según encuestas.m