LA BATALLA DE BALAÍDOS
El Celta recibe al Madrid en un juego que marcará la Liga; los blancos deben puntuar para despegarse en la tabla, pero si caen, le abrirán la puerta al Barcelona Que el Madrid se juegue la Liga es una anécdota. Nuestra realidad no es buena y tiene que cam
Sale el Madrid en busca de un golpe fundamental en sus aspiraciones de lograr la Liga. El Real se mete a Balaídos, la casa del Celta de Vigo, un equipo que vive horas bajas después de la eliminación de la Europa League. Un duelo postergado en el que habrá máxima tensión, pues los de Zinedine Zidane necesitan la victoria para poner tierra de por medio con el Barcelona. El Madrid está obligado a sumar para ganar la Liga, si no lo hace, le cedería la inercia a los culés.
Hace cinco años que el Madrid no gana la Liga, la última fue la que obtuvo con José Mourinho en la campaña 2011-12, la competición doméstica ha sido dominada por el Barcelona y por ahí en medio se metió el Atlético de Madrid, que se llevó la del 2013-14. El conjunto de Zidane se encuentra en buena forma y con la moral en alto, llega a un partido clave para romper el empate a puntos que tienen hasta hoy con el Barça.
La cima de la Liga le pertenece a los culés, porque en el criterio de juegos comunes ellos le ganaron uno al Madrid y empataron el otro. En la última jornada, el BarÇa recibirá al Éibar, mientras los merengues visitarán al Málaga. A priori, ninguno tendría problema para lograr esas unidades, por lo que el título podría empezar a mayo de 2017
Entrenador del Celta de Vigo
definirse desde hoy. Al Madrid incluso le vale el empate, porque esa unidad lo pondría por delante de los catalanes y después tendría que vencer al Málaga.
El Celta no será un equipo fácil por más que ande deprimido; pues se ha quedado sin opciones de acceder a competiciones europeas; el entrenador Eduardo Berizzo le había apostado todo a la Europa League y hace una semana cayó en Manchester, pero le queda el orgullo y eso suele valer mucho en estos compromisos, en los que se busca demostrarle al fuerte y poderoso que los pobres también tienen talento.
La calculadora del Madrid arroja resultados exactos, necesita cuatro puntos de los seis que disputará esta semana para doblegar al Barça. Se aferran los blancos al estado de forma que han mostrado en las últimas semanas, en las que consumaron su pase a la Final de la Champions y en la Liga ha mantenido el pulso, salvo en el clásico contra el Barcelona que perdió sobre la hora.
Desde la temporada 1957-58, el Madrid no logra el doblete de Liga y Champions. Esta semana en Balaídos y La Rosaleda se juegan muchas de sus opciones, y a partir del lunes el club pensará en la Final de Cardiff. Las rotaciones han llegado a su final y Zidane sabe que el momento actual reclama mandar a sus mejores hombres para evitar riesgos.
El entrenador francés no quiere excesos de confianza en su plantilla. La mentalidad es ir enfocando cada partido como si fuera una final. En Balaídos llega una cita que habría sido diferente de jugarse en su fecha (5 de febrero). Aquel día habrían jugado suplentes del Celta, que estaba en momentos clave de la Europa League, pero los problemas en la cubierta del estadio dejaron una polémica que enfrentó a los dos clubes con el alcalde de Vigo de por medio.
Ahora, los dos equipos llegan con sus titulares. En el Real Madrid con ausencias en defensa como Dani Carvajal y las más que probables de Pepe y Nacho Fernández. El primero aún con problemas en las costillas y el segundo esperando que el Comité de Apelación le quite la tarjeta amarilla que vio en el duelo con el Sevilla. Y sin Gareth Bale en ataque, pues la prioridad del galés es recuperarse de su sóleo izquierdo para la final de la Champions.
No le espera un partido fácil al equipo de Zidane por diversos motivos. En el vestuario celeste hay varios jugadores con pasado en el Barça; la plantilla quiere lavar la imagen de sus últimos cinco compromisos de Liga en los que sufrió descalabros.
Por todas esas causas y porque puede ser su penúltimo partido en el banquillo de Balaídos, Eduardo Berizzo saldrá con su once de gala, si el mediocentro serbio Nemanja Radoja se recupera de las molestias que arrastra en el tendón de su pierna izquierda. Jugarán, por tanto, los mismos once futbolistas que estuvieron cerca de remontarle la eliminatoria al Manchester United en Old Trafford.
El Real Madrid se juega la Liga, una competición que se le ha resitido por cinco años, en los que ha visto como el Barcelona mantenía la hegemonía casera, los culés estarán pendientes en el televisor, esperando que de Balaídos salgan buenas noticias y no tengan que encomendarse al Málaga de Michel.