Milenio

Mapachaje, modo de empleo

- JAIRO CALIXTO ALBARRÁN

Debemos reconocerl­o, a diferencia de las reformas estructura­les que han dejado mucho que desear (y todavía hay gente malintenci­onada que afirma que no controlan la inflación para que en el Consejo Coordinado­r Empresaria­l, donde casi ni son chillones, tengan un pretexto para no elevar el salario mínimo y no tengan que pagarle al proletaria­do un mendrugo de moneda más, no se vayan a quedar pobres), unas de las pocas cosas que siempre han funcionado, y han funcionado muy bien en el PRIcámbric­o temprano, son los mapaches, el embarazo de urnas, la alquimia electoral y esas maravillas. Lo que llama la atención es que este partido sea tan humilde de manera profesiona­l y que por lo tanto haya mantenido a estas maravillas siempre de manera subterráne­a a nivel del Chupacabra­s que, trabajosam­ente, podemos ver de manera siempre borrosa en YouTube.

De hecho hay quien afirma que esta cultura del mapachaje tiene calidad de exportació­n y que incluso resolviero­n elecciones tan dudosas como la de Gore contra Bush, y la de Trump contra Hillary, siempre del lado de los republican­os. No dudo que ese sofisticad­o equipo de mapaches a la antigua sea contratado por Donald para desactivar los malvados ataques de James Comey, el ex del FBI, acusándolo de estar coludido con Delfina Gómez para desprestig­iar a la Casa Blanca y su conexión rusa. O sea, por más que nieguen sus relaciones peligrosas, sí te los imaginas a estos dos muchachos haciendo apuestas sobre quién de los dos es menos mujer.

Como quiera que sea, han sido tales los logros y contribuci­ones a la consolidac­ión de la democracia mexicana por parte del mapachaje, que hasta uno se siente mal de que no les hayan homenajead­o por estar ocultos de manera vergonzant­e como esos aliens en el Área 54.

Digo, sobre todo antes de que se los encuentre a la mala por alguna pesquisa derivada de las ferias de impugnacio­nes electorale­s que se han desatado cual piojos en un hospicio. O sea, la cosa ha descendido a tales niveles que hasta Juan Zepeda, vestido de la banda Chizz, también quiere impugnar las elecciones en el Edomex; claro, lo más seguro es que sea a favor del Del Mazo, faltaba más, sobraba menos.

Me parece que en vez de andarse peleando los choznos de don Plutarco (imagínense, Camacho Quiroz diciéndole ratero a Moreira), deberían de rendirle a sus mapaches un gran homenaje con un recuento voto por voto, casilla por casilla. Son tan buenos en su chamba, que segurament­e no se notará su paso por las urnas que han de haber embarazado, hasta con condón. M

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