Huazolotitlán crean brigadas para capturar a los reptiles que merodean zonas pobladas; destruyó su hábitat y buscan refugio en las playas
Habitantes de Santa María Beatriz
Un grupo de cocodrilos merodea la zona costera de Santa María Huazolotitlán, Oaxaca, luego de que la tormeta tropical Beatriz destruyó su hábitat en la barra de Colotepec.
Los pobladores han formado brigadas para capturar y resguardar a los reptiles, que han sido vistos en playas y zonas habitadas.
Sin embargo, los habitantes exigen ayuda de las autoridades porque ayer se reportó el ataque de un cocodrilo, el cual mordió y arrancó el brazo de un ciudadano identificado como Atermio Salinas, quien acudió a limpiar un predio que tiene en el paraje El Charco, cuando fue sorprendido y agredido por el animal.
El especimen de dos metros de largo fue capturado, atado y canalizado a un área natural más deshabitada, luego de que la brigada cazacocodrilos acudió a la comunidad para apoyar a la población.
La víctima fue trasladada al Hospital Regional Pedro Espinoza Rueda y, aunque perdió el brazo derecho, se reporta estable.
Según reportes de Protección Civil, el ataque se dio entre las poblaciones de Collantes y Chicometepec, zona aledaña del paso del río de la Arena, lo que indica que los réptiles han salido de su hábitat natural y han avanzado más de dos kilómetros.
En respuesta, los delegados de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y de la Procuraduría Federal del Medio Ambiente (Profepa) anunciaron un plan para empezar a limpiar las zonas donde han avistado cocodrilos.
Los presidentes municipales de Jamiltepec, Tututepec y Pinotepa Nacional, entre otros, alertaron sobre la excesiva presencia de víboras y cocodrilos, hasta de seis metros de largo, que debido a las intensas lluvias, el desbordamiento de ríos e inundaciones salieron de sus hábitats naturales e invadieron domicilios de las localidades costeñas.
Las autoridades solicitan el apoyo de las instancias gubernamentales para reducir los riesgos que implica la presencia de esta fauna, sobre todo porque persisten los encharcamientos en patios de escuelas, viviendas y calles de las localidades cercanas a los ríos Verde, Atoyac y las lagunas de Chacahua, lo que facilita la aparición de estos animales.
En Chacahua se reportó la mordedura de una víbora de cascabel a la mascota de un turista extranjero que visitaba la zona y el avistamiento de cocodrilos en Zapotalito, por lo que se solicitó a la Secretaría de Salud la dotación de vacunas antiviperinas para atender emergencias, debido a que el traslado de las personas hacia otras localidades se realiza en lancha y tardaría varios minutos en ser atendida en una clínica. M