Evocan a Juan Gelman con ternura, ironía y asombro
Amigos y lectores se reunieron para recordar al poeta argenmex
Tres años pasaron ya desde la noticia de su partida, pero la vida y la obra de Juan Gelman permanecen en la memoria de sus amigos y de sus lectores, tal como quedó demostrado la noche del viernes, cuando un grupo de lectores, la mayoría de ellos amigos, se reunieron en una tertulia en la Casa Universitaria del Libro de la UNAM.
Personajes como Adolfo Gilly, Daniel Goldin, María Rivera, Benito Taibo, Eduardo Vázquez Martín, Enzia Verduchi y su viuda, Mara La Madrid, se encontraron alrededor de la figura del poeta argenmex y colaborador de MILENIO, aunque también de sus versos, porque a cada tanto había una lectura en voz alta de sus poemas a cargo de Juan Stack.
Para Eduardo Vázquez Martín, secretario de Cultura de la Ciudad de México, Gelman fue un escritor que logró imponerse a la dictadura argentina con el poder de la palabra, consciente de que la palabra es una forma de amar, de abrazar, de combatir. “Creo que todos vamos a necesitar cerca la poesía de Gelman, aunque América Latina tiene la suerte de tenerla de compañera de batalla, como patrimonio fundamental y forma de comunión. En torno de su poesía nos reunimos a recordar lo mejor de América Latina. La poesía y la actitud rebelde de Juan es lo que nos queda como fundamento para este siglo”. “En su poesía, la revolución no es propaganda: su escritura está lejos de todo lugar común”, fueron las palabras que añadió Vázquez Martín y que fueron compartidas por quienes a lo largo de casi tres horas recordaron al poeta.
El flaco perdón
Una sesión con anécdotas y reflexiones en torno al poder de la poesía de Gelman y de su permanente lucha por encontrar primero a su hijo y a su nuera, y después a su nieta. Quizá por ello Eduardo Hurtado lo describió como un poeta de la ternura y la ironía, aspectos de la vida humana “que él lograba mezclar con enorme facilidad y destreza”.
La sesión también sirvió para que Hurtado conversara con Mara La Madrid sobre la reciente reedición de Ni el flaco perdón de Dios (Planeta, 2017), escrito entre el poeta y la psicóloga. “En abril de 2017 se cumplirán 20 años de la primera y única edición de Ni el flaco perdón de Dios. Hijos de desaparecidos. Un libro que fue ofrenda de muertos para otros muertos desde nuestros hijos muertos”, escribe La Madrid en el prólogo a la presente edición.
El volumen lo realizaron en un tiempo en que hablar de la dictadura generaba temor en Argentina y los desaparecidos eran tabú. Uno de sus objetivos era volver a la memoria del pueblo argentino, que había sido azotado por “el terrorismo de Estado” de la dictadura militar de los años setenta, al cual se sumó la de los jóvenes que conocieron “la injusticia y el espanto”.
Una noche de poesía y de reflexión, de la palabra de Gelman y de la memoria de quienes lo acompañaron en interminables conversaciones, evocadas para mantenerlo vivo y celebrar, aunque sea un mes después, que hubiese llegado a los 87 años de vida.
Cabe resaltar la frase de Benito Taibo, un lector convencido de que en la vida encontrarás, cuando menos, “un par de poetas que te abrirán los ojos al asombro de todos los días”. Para él y para muchos más, uno de ellos fue, y sigue siendo, Juan Gelman. m
“En su poesía la revolución no es propaganda”: Eduardo Vázquez Martín