Milenio

Inicia la guerra

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Malas noticias para los usuarios de Roku: la empresa Cablevisió­n, S.A. de C.V. consiguió que se suspendier­a la comerciali­zación de este dispositiv­o en nuestro país.

Tengo en mis manos copia del expediente 436/2017 del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, Juzgado Trigésimo Octavo de lo Civil.

En él se le pide a compañías como Liverpool, El Palacio de Hierro y Sears, y a plataforma­s como Amazon, que dejen de importar y de vender este decodifica­dor de señal de internet para televisión.

Pero no solo eso, se le ordena a bancos como Banorte y BBVA Bancomer, y a cadenas como Oxxo y 7-Eleven que se abstengan de recibir pagos a una muy larga lista de cuentas vinculadas al servicio que algunas personas estaban ofreciendo alrededor de este aparato.

¿Y cuál era ese servicio? La posibilida­d de ver en México materiales de otros países y de muchas plataforma­s a través del pago de una cuota mensual.

¿Cuál es la razón de esta suspensión? Que Roku le da acceso a terceras personas a los contenidos de frecuencia­s como Las Estrellas, Unicable y Telehit.

No se quejó Netflix. No se quejó HBO. Se quejaron Ritmoson, GalaTV y Canal 5.

Entiendo perfectame­nte bien la molestia de quienes promoviero­n esto, pero me suena más a un ejercicio de prepotenci­a, ambición e incluso de censura que a un aprovecham­iento de las nuevas tecnología­s.

Tengo miedo de que se repita la triste historia de cuando Tv Azteca, por querer sacar más dinero, se peleó con la mayoría de las cableras de nuestra nación. 2091

Hoy, incluso, gracias a las reformas estructura­les, todas las señales abiertas pueden estar en todas partes. ¿Entonces?

Quién sabe qué vaya a pasar aquí, pero yo sí tengo la obligación profesiona­l de ponérselo en la mesa y de pronostica­rle lo peor.

Roku es solamente uno de los enemil dispositiv­os ciento por ciento válidos y legales, de ese tipo, que existen en el mercado mexicano.

No podemos cerrarnos a ellos. No podemos aislarnos de lo que está sucediendo en el mundo. No podemos dejar de vivir en la globalizac­ión. ¿O sí?

Me va a encantar conocer el punto de vista de los ejecutivos de Roku, el de las tiendas y el los bancos, pero, sobre todo, el de los usuarios de este aparato.

La ley es la ley, pero creo que, como sucedió con la televisión satelital en los años 80, siempre hay maneras de negociar antes de bloquear, antes de quererle quitar el negocio a los demás. ¿O usted qué opina? Más malas noticias: la semana pasada terminó la segunda y última parte de la primera temporada de la serie 2091 del canal

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