CUMPLE SU 25 ANIVERSARIO
A UN AÑO DE LA GRAN CITA, RUSIA SE PRUEBA COMO ANFITRIÓN DEL TORNEO QUE PASÓ DE AMISTOSO A SER LA ANTESALA DE LOS MUNDIALES
La Copa de las Confederaciones cumple su aniversario número 25, pero este torneo que reúne a los campeones de cada confederación, más al campeón Mundial y al país anfitrión, sigue sin consolidarse como uno de los grandes torneos, muy por detrás del Mundial y de las diferentes competencias de clubes.
El torneo nació en 1992 para aumentar la popularidad del futbol en mercados emergentes, pero la FIFA lo ha convertido en las últimas ediciones en una especie de ensayo general para conocer la capacidad organizativa de los países que son sede del Mundial un año después.
Las dos primeras ediciones se disputaron en Arabia Saudita con el nombre de Copa Rey Fahd.
Argentina, liderada entonces por estrellas como Gabriel Batistuta, Fernando Redondo, Claudio Caniggia y Diego Simeone, se llevó el primer título en 1992 tras derrotar en la final a la anfitriona (3-1), en un torneo en el que solo participaron cuatro equipos (incluyendo a Estados Unidos y Costa de Marfil).
Tres años después se añadieron los campeones de Asia y Europa y fue precisamente Dinamarca, liderada por los hermanos Michael y Bryan Laudrup, la que ganó la copa venciendo en la final por 2-0 a Argentina.
En 1997, el torneo ya adoptó su denominación actual y el formato de ocho equipos, aunque lo que no cambió fue la sede, que se mantuvo en Arabia Saudita. Brasil barrió con un 6-0 a Australia en la final.
Dos años más tarde, la Copa Confederaciones se mudó por primera vez de continente y México aprovechó la localía para festejar ante el conjunto brasileño con un espectacular 4-3.
A partir de la quinta edición, disputada en Corea del Sur y Japón en 2001, la Copa Confederaciones se convirtió en banco de pruebas organizativo de las ediciones de la Copa del Mundo, a disputarse un año después en la misma sede.
En Asia, Francia mantuvo el fuego sagrado que le dio su primera Copa del Mundo en 1998 y con esa misma base, integrada por Robert Pires, Marcel Desailly, Nicolas Anelka y Patrick Vieira (sin la presencia de Zidane), se impuso por 1-0 en la final a la selección de Japón.
En Francia 2003, los galos volvieron a repetir festejo con un Thierry Henry imparable. Ni Camerún —cayó 1-0 en la final— con Samuel Eto’o, ni Brasil con Ronaldinho y Adriano, pudieron evitar el triunfo galo.
En Alemania 2005, termómetro para el Mundial 2006, los sudamericanos se apoderaron de la fiesta. Brasil y Argentina llevaron el superclásico continental a la final. La Verdeamarelha se impuso 4-1 frente al once albiceleste liderado por Juan Román Riquelme.
Como aperitivo del primer Mundial en suelo africano, Sudáfrica vivió la fiesta de la Confederaciones en 2009. Brasil, con Luis Fabiano rompiendo redes y Kaká elegido como el mejor jugador del certamen, se llevó los máximos honores al vencer 3-2 a un sorprendente Estados Unidos, liderado por Landon Donovan, Clint Dempsey y Jozy Altidore.
Seguramente, por nivel competitivo, la edición de Brasil2013 fue la más importante hasta la fecha, ya que participaron por primera vez cuatro campeones del mundo: Brasil, España, Italia y Uruguay.
Los anfitriones, dirigidos por Luiz Felipe Scolari, soñaban con un tercer título consecutivo y el cuarto en su palmarés y hacerlo ante España, entonces un equipo que parecía imbatible con un Mundial y dos Eurocopas.
Ambos se vieron las caras en la final y el equipo liderado por Neymar destrozó a La Roja, imponiéndose por 3-0 en el Maracaná, un éxito para Brasil que no presagiaba el desastre ocurrido doce meses después.
La de 2017 será la edición de las novedades, con Portugal y Chile estrenándose en el certamen como campeonas de Europa y Sudamérica, respectivamente. Alemania, México, Camerún, Australia, Nueva Zelanda y Rusia completan la participación.