Meade, ¿presidente o gobernador?
El destino del secretario de Hacienda, José Antonio Meade, está por definirse. Puede ser candidato a la Presidencia de la República o el nuevo gobernador del Banco de México.
El titular de las finanzas públicas tiene muchas posibilidades para cualquiera de las dos opciones. Para ser precandidato y candidato a la Presidencia, cuenta con un perfil idóneo. Tiene elevadas y valiosas cartas credenciales académicas y ejecutivas en el sector público.
Es un “híbrido” teórica y prácticamente; es una mezcla de tecnócrata y político, aunque no ha ocupado un cargo de elección popular: es economista por el ITAM, abogado por la UNAM, y con doctorado en la Universidad de Yale. Pero, sobre todo, cuenta con un activo muy preciado y escaso en el actual escenario político: su probada y evidente honestidad. Además, es reconocido ampliamente por su enorme capacidad de diálogo y concertación con actores políticos de distintos partidos políticos.
Tiene una ventaja adicional: no está afiliado al PRI. Podría ser, incluso, un candidato independiente o bajo una alianza partidista.
Hoy tiene enormes posibilidades de ser nominado a aspirante presidencial. Es un hombre sencillo, de familia, sin riquezas, sin manchas, y con conocimientos y experiencia como las que pocos pueden presumir. Además, tiene amplio reconocimiento internacional.
En los últimos seis años ha sido secretario de Estado, de Hacienda, Relaciones Exteriores, Desarrollo Social y Energía. En sexenios panistas y priístas. Y antes hizo una larga y exitosa carrera en el sector financiero oficial. Esa misma experiencia y reconocimiento lo colocan como el más viable relevo en la gubernatura del Banxico, de Agustín
Carstens, quien deja el cargo para ocupar la presidencia del Banco de Pagos Internacionales. El presidente Enrique Peña
Nieto tendrá que tomar la decisión para designar al relevo a más tardar en septiembre próximo, porque Agustín toma posesión en Basilea, Suiza, el primero de octubre. Por eso, el destino de Meade está por definirse.
Saldos
Habrá que ver de qué cuero salen más correas entre la Profeco y la Dirección General de Aeronáutica Civil, que encabezan Rafael Ochoa y Miguel Peláez. Sus posiciones son completamente opuestas en torno al cobro de la primera maleta de los que viajan en avión.
Ochoa dice que es primero la ley mexicana y el segundo sostiene que los tratados internacionales están por encima de las nacionales.
Jana Palacios lo volvió a hacer. La investigación que inició Cofece obligó a cerveceros a desmantelar el duopolio en semillas y granos. Bien.