Seguros, ¿desde el celular o con el asesor?
¿Cuántas veces han llamado a su asesor de seguros?, es más, ¿tienen uno? La penetración del sector de seguros es de 2.23 por ciento, según datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS); es obvia la necesidad de incrementar nuestra cultura de prevención. Aún así, hemos mejorado. En 2016 el sector creció 9 por ciento. Pero, más allá del potencial, es interesante saber si para lidiar con los seguros como parte de nuestra estrategia financiera necesitamos un asesor.
Dentro del boom fintech en México, la participación de empresas insurtech es mínimo, solo de 4 por ciento, según datos de Finnovista. El término insurtech se refiere al uso de innovaciones tecnológicas para lograr eficiencia en el sector asegurador.
Hay pocas incursiones en insurtech, me dijo Eduardo Villegas, director de HIR Seguros, en parte porque no queremos soltar el contacto humano, una necesidad que la industria creó. Queremos al asesor porque el lenguaje es inentendible… saber cómo funciona una “póliza”, el pago de la “prima”, o si vale la pena incrementar el “deducible”. Solo escuchar eso hace que todos los usuarios de seguros hagamos cara de guácala. No siempre sentimos al sector cerca.
En México pagamos y enviamos remesas por plataformas digitales, conseguimos préstamos con un par de clics y juntamos dinero para buenas causas desde el celular. ¿Por qué no adquirimos y administramos nuestros seguros de forma digital?, ¿qué debe cambiar?
Eduardo me explicó que el seguro de automóvil (solo tres de cada 10 autos tienen, según datos de AMIS) es de los que más se opera en medios digitales. “Porque es para un bien, porque hay comparativos, porque se pide de forma obligatoria al adquirir un auto a crédito, porque se ve como un servicio”. Ahí está una clave, el seguro debemos verlo como un servicio (que sí podrían hacer más amable las aseguradoras) que permite enfrentar circunstancias del día a día. Por ejemplo, HIR Seguros tiene Traveler99, una app que permite contratar un seguro de viaje por los días en que estarás fuera, desde 99 pesos. En el aeropuerto puedo pensar en mi familia y asegurarla por si algo me pasa en el viaje de negocios. Objetivos y circunstancias claras hacen que la decisión sea más fácil: compro el seguro de viaje porque salgo unos días, el de accidentes personales porque tengo hijos pequeños, el de la bicicleta porque es mi medio de transporte. Esta desagregación de coberturas empieza a funcionar y a impulsar la digitalización del sector, me dijo Eduardo.
Si todos estos detallados seguros los pudieras obtener desde tu celular, ¿necesitarías todavía un asesor? m