La emoción, en las calles
Apenas un cuarto de las carreras de F1 ocurren alrededor de las ciudades, aunque son un reto para los pilotos
La segunda carrera de Fórmula Uno en el circuito de Bakú dejó uno de los Grandes Premios más emocionantes de los últimos tiempos, con banderas rojas, amarillas, autos de seguridad, el duelo entre Lewis Hamilton y Sebastian Vettel, el enfrentamiento entre los pilotos de Force India, el primer triunfo de Red Bull en la temporada y un conductor de 18 años en el podio.
Ese condimento extra se dio al tratarse de un circuito callejero. Esta temporada, de los 20 carreras, apenas un cuarto transcurren en los caminos de las ciudades: Australia, Mónaco, Canadá, Azerbaiyán y Singapur, por lo que ya han transcurrido cuatro de ellas.
En las anteriores no hubo mayores sorpresas: Vettel (Ferrari) ganó en otra carrera caótica en Melbourne con siete retiros, el alemán repitió en Mónaco donde hubo otros siete abandonos, y Lewis Hamilton (Mercedes) se impuso en Canadá, con cinco conductores fuera.
En esas carreras solo hubo conductores de Mercedes, Ferrari y Red Bull en los podios, con poco espacio para la sorpresa, a pesar de tratarse de Grandes Premios que son una excepción respecto a las otras 15 carreras del calendario, en instalaciones permanentes.
“En los circuitos callejeros tienes más choques y son más sucios, fue bueno tener una bandera roja (en Azerbaiyán) porque venía por detrás y había muchas piezas sobre la pista, incluidas algunas de carbono que volaban, incluso me golpearon el casco y el visor”, aseguró Valtteri Bottas, de Mercedes, segundo lugar en Bakú.
Ahí, las emociones comenzaron desde el viernes, con los choques de Sergio Pérez (Force India) y Jolyon Palmer (Renault), y los siguió Daniel Ricciardo (Red Bull), en la calificación, pero nadie esperaba una carrera caótica.
La experiencia del año previo fue distinta, a pesar de tratarse del debut de la carrera en la máxima categoría, apenas hubo cuatro abandonos, y ninguno por contacto. “Mucha gente apostó por un auto de seguridad y no tuvimos ninguno, habla de la calidad de los pilotos de F1, fue una carrera limpia”, señaló Vettel todavía en el podio del 2016, tras quedar en segundo lugar, por detrás de Nico Rosberg (Mercedes) y por delante de Checo.
Pero los problemas aparecieron desde el inicio en este 2017, con los contactos entre los finlandeses, Kimi Räikkönen (Ferrari) y Bottas, y los compañeros en Toro Rosso, Daniil Kvyat y Carlos Sainz.
Luego hubo incluso una bandera roja tras la vuelta 23, por las piezas en la pista que dejó el choque entre los conductores de Force India, Pérez y Esteban Ocon, y los problemas que sufría Kimi.
Pero tras el inesperado paso por los pits de Hamilton y el castigo a Vettel fue el momento para los regresos. Ricciardo ganó la carrera, a pesar de estar en el lugar 17 en la vuelta 6, Bottas fue segundo, aunque al completar el primer giro ya era último, y el canadiense Lance Stroll (Williams) fue tercero, tras perder la posición en el último segundo.
“Es la carrera que esperábamos el año pasado, cuando no hubo autos de seguridad ni nada, eso nos sorprendió, pero ahora todo cambió”, reconoció Ricciardo. “Para ser honesto he disfrutado los dos años aquí, a pesar de mi choque del sábado no estaba molesto con lo que el circuito entrega, una parte de mí disfruta el riesgo y las recompensas con los circuitos callejeros, donde si cometes un error, lo pagas”.
Correr por las calles de Bakú dejó sin podio a Hamilton y Vettel, algo que no ocurría desde Malasia 2016, cuando los primeros tres fueron Ricciardo, su compañero Max Verstappen, y el ya retirado Rosberg.
Las últimas cinco carreras del año anterior y las primeras siete de esta campaña tuvieron al británico o al alemán de Ferrari entre los primeros tres, pero Azerbaiyán no.
“Es un circuito complicado, no es fácil y la carrera es intensa, es cerrada, pero tienes la recta larga para que las cosas sucedan y puedas rebasar”, dijo el ganador.
Pero este año solo queda un Gran Premio en las calles, Singapur, rumbo a la recta final.