Roger Federer se instaló en su undécima final en Wimbledon, donde mañana irá por su octavo título
Roger Federer alcanzó su undécima final en Wimbledon y mañana, ante Marin Cilic, irá por su octavo título
El suizo Roger Federer, que aspira a un histórico octavo título en Wimbledon y al 19 de Grand Slam, y el croata Marin Cilic, disputarán la final masculina del emblemático torneo londinense, este domingo.
Ambos llegaban como favoritos a las semifinales y cumplieron con lo esperado: primero Cilic (sembrado 7) se deshizo del estadunidense Sam Querrey (24) por 6-7 (6/8), 6-4, 7-6 (8/3) y 7-5, antes que el helvético (3) derrotara al checo Tomas Berdych (11), por 7-6 (7/4), 7-6 (7/4) y 6-4.
En caso de ser campeón, Federer establecería, además, un récord de títulos en Wimbledon, rompiendo la igualdad a siete que mantiene desde 2012 con el estadunidense Pete Sampras y el británico William Renshaw, quien jugó a finales del siglo XIX.
Con casi 36 años, el suizo ha vivido un resurgir impresionante en 2017, con los títulos en el Abierto de Australia y los Masters 1000 de Indian Wells y Miami.
Luego se tomó un respiro en la temporada de arcilla, pero ha vuelto a dominar en Londres, donde todavía no pierde algún set.
“Me pone muy feliz hacer historia en Wimbledon, es algo importante, amo el torneo, todos mis sueños como jugador se han hecho realidad aquí, tener otra oportunidad de ir por el octavo, estar tan cerca de ello, es una gran sensación”, señaló el ex número uno del mundo.
En la cancha central, Roger se vio forzado a mostrar su mejor nivel de juego, sobre todo en momentos cruciales, en los dos tie-breaks del encuentro, cuando sus aceleraciones en el golpe de derecha y la solidez de su servicio marcaron la diferencia frente a la potencia del checo, finalista en este certamen en 2010.
Este año, Berdych había puesto en apuros a Federer en los cuartos de final de Miami, donde el suizo tuvo que levantar dos bolas de partido para ganar, y esta vez lo obligó a sudar para lograr el boleto a su undécima final en el legendario torneo.
“Fui capaz de ofrecer lo mejor en los momentos importantes, jugué bien en los desempates, y nunca me asusté, lo que es fundamental en esas etapas”, reconoció.
Su rival en la final será el croata Cilic, que hizo valer su ranking sobre Querrey, al imponserse en cuatro capítulos, a pesar de perder el primero.
El ganador del Abierto de Estados Unidos de 2014, cuando derrotó a Federer en semifinales, se convirtió en el segundo croata en alcanzar la final del emblemático certamen, después de su ex entrenador Goran Ivanisevic, que fue campeón en 2001.
Su mejor resultado hasta esta temporada en Wimbledon eran los cuartos de final, donde había caído en las tres últimas ediciones; el año pasado estuvo cerca de superarlos, pero perdió ante Roger, tras desaprovechar tres bolas para partido.
“Estoy listo para un partido complicado, tuvimos uno muy bueno el año pasado aquí, y en ese US Open (de 2014) jugó de manera increíble en las semifinales”, recordó el helvético.
En la cancha central, Cilic derrotó a un gigante de su misma altura (1.98 metros), imponiéndose en la batalla de los aces (25 contra 13 de Querrey).
Después de dejar pasar una oportunidad en el primer episodio, cuando estaba arriba 4-1 en el tie-break, el croata se recuperó, para imponer su mejor tenis en el resto del encuentro. “Fue una batalla dura, con un alto nivel de juego, Sam sacó muy bien en el primer set, después creo que mejoré en la devolución y le provoqué más problemas”, comentó Marin, quien nunca ha perdido con el estadunidense, en cinco duelos disputados.