Destruyó el ecosistema, lo que hizo que varias especies endémicas o migratorias no regresaran a Santa María Tonameca, Oaxaca, y que los pobladores perdieran su forma de sustento, el ecoturismo; sin embargo, crearon un grupo para sanear la zona
En 2012, el huracán
El manglar de la playa La Ventanilla, ubicada en Santa María Tonameca, Oaxaca, sufrió daños en 2012, por el paso del huracán Carlotta. Sin embargo, la Cooperativa Lagarto Real se apropió del saneamiento de la zona afectada, lo que los convirtió en la primera sociedad en rehabilitar un manglar, el cual sufrió daños en 80 por ciento de su superficie.
El grupo asegura que 25 familias, por lo menos, dependen directamente del ecoturismo en la zona.
“La cooperativa se fundó en 2005 para emplear a más personas de la comunidad y evitar que migraran a Estados Unidos o las ciudades cercanas, cuando podíamos desarrollar un lugar autosustentable”, señaló en entrevista para MILENIO Víctor Manuel Reyes Escamilla, representante legal de la cooperativa.
Aseguró que a consecuencia del fenómeno natural, en los últimos cinco años el número de especies que acuden a anidar y reproducirse ha disminuido considerablemente.
“Antes habían manglares hasta de 20 metros de altura, túneles y laberintos dentro de la laguna en los cuales uno podía remar entre los ríos. Ahora la fauna no tiene dónde habitar, casi no hay árboles y muchas especies comenzaron a desaparecer o emigraron, pero este año solo llegó 25 por ciento de las aves que antes venían”, puntualizó.
A su vez, Faustino Escamilla, presidente de vigilancia de la cooperativa, detalló que los trabajos están planeados en dos etapas que se dividieron en tres años: la primera consta de la restauración, limpieza y reforestación; mientras que en la segunda se monitorearán las plantas sembradas y se repondrán las muertas.
“Ahorita estamos trabajando en el proyecto de reforestación del manglar rojo y metimos plantas de un metro de alto en las orillas de los canales para recuperar, al menos, 57 hectáreas de manglares”, aseveró.
Destacó que poco a poco se han ido sumando personas de la misma comunidad al proyecto, a fin de que la rehabilitación sea más rápida y el turismo regrese a la localidad.
“Como comunidad nos acoplamos, en beneficio de todos, mientras los hombres retiran la madera muerta y se dedican a la recolección de semillas, las mujeres cultivan y producen la planta en viveros; cuando alcanza un metro de largo la colocamos en la zona afectada”, explicó.
Destacó que a pesar de haber iniciado con los trabajos desde hace cuatro años, no podían hacer la limpieza a profundidad, ya que no contaban con los permisos necesarios.
“Estuvimos tocando puertas con las autoridades municipales, pero nos decían que no estaba dentro de sus posibilidades, y fuimos también con dependencias estatales, pero no tuvimos suerte, hasta que llegamos con la Comisión Nacional Forestal (Conafor), quienes ellos nos dieron subsidios para la reforestación”, señaló.
Actualmente, cinco voluntarios de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca apoyan a la cooperativa, Los voluntarios aseguran que la humanidad tiene la obligación de aportar a la naturaleza, así como ella beneficia a las poblaciones.
“Es un proyecto para ayudar al planeta y los manglares forman parte muy importante del ecosistema del planeta, pues aportan mucha cantidad de oxígeno, se necesita mucha gente para poder llevarlo cabo, que además es muy costoso”, puntualizó Marisela Gómez, una de las estudiantes. Carlotta impactó la costa oaxaqueña y sierra sur el 15 de junio de 2012, afectando a aproximadamente 114 municipios de los 570 que componen al estado, entre ellos Santa María Tonameca.
“Cuando el huracán pasó perdimos esperanzas, nos quedamos sin empleo, equipo y sin nada. Empezamos de cero. Sabíamos que era nuestro medio de vida, otra vez a continuar y pues aquí estamos”, aseguró Víctor Manuel Reyes, integrante de la Cooperativa Lagarto Real.
Recordó que hace 15 años, la comunidad había conocido la ira de un huracán, cuando “Paulina” destruyó todo a su paso en octubre de 1997.
“Nosotros vivimos los dos huracanes desde su ojo, uno siempre quiere recuperar algo de lo poco que tiene, pero siempre habrá que empezar desde cero”, finalizó. M