CHANDRASANA
Pero volviendo al tema que nos atañe en esta página, el yoga desde luego se ocupa de la luna en al menos cuatro asanas, siendo Chandrasana la postura raíz, con sus variaciones de Ardha Chandrasana (media luna), Parivrtta Ardha Chandrasana (media luna con torsión) y Anjaneyasana (luna creciente), con el común denominador de llevarnos hacia las profundidades de nuestro ser interno. De hecho, Ardha Chandrasana es una de las posiciones más completas que existen, siendo una postura de equilibrio que desarrolla la fuerza, la flexibilidad, el equilibrio y la concentración al mismo tiempo que refresca y calma la mente. Como explica la instructora Chantal Gómez Jauffred, en la vida como en la práctica de yoga “para mantener el equilibrio y desarrollar la estabilidad, se requiere estar atentos y perceptivos a lo que sucede en el interior. La mente no puede divagar al ejecutar Ardha Chandrasana, ya que es una postura que requiere que miremos hacia dentro y permanecer ahí estables”. Equilibrar inteligencia racional y emocional, hemisferios derecho e izquierdo, mente consciente e inconsciente es una de las tareas a las que nos enfrentamos todo el tiempo, dependiendo del nivel de profundidad con que se haga, se puede alcanzar el centro que nos lleve a reflejar, como hace la luna con el sol, el brillo de nuestra conciencia más iluminada.