Recogen los frutos de la reconstrucción
Con un buen Draft y sólidos agentes libres, Tennessee está en posición de regresar a la cima de su división
Esta será la segunda temporada de Mike Mularkey al frente de los Titanes, equipo que tuvo marca de 9-7 en el 2016, sin embargo, por el criterio de desempate, perdieron la división con Houston.
Ya han pasado casi 10 años desde aquel título divisional del 2008, siendo esa la última campaña en donde este equipo asistió a unos playoffs; en 2011 y 2016, terminaron con 9-7, además de un 8-8 en 2009, pero en las tres se quedaron cortos; de ahí en fuera, han sido puros certámenes negativos.
Para este año, los Titanes estarán en la contienda por el título del Sur de la AFC basándose en su ofensiva terrestre, tercera mejor de la Liga, teniendo en dicha posición a Derrick Henry y a DeMarco Murray, quien en 2016 mostró algo de lo que se le vio en Dallas; ambos se combinaron para 14 touchdowns el concurso pasado.
La línea ofensiva estará comandada por elementos como Josh Kline, el centro Ben Jones y Taylor Lewan. La baja de Byron Bell será cubierta por Jack Conklin.
Por tercer año consecutivo, Marcus Mariota, ya recuperado de la fractura de peroné que sufrió al final de la campaña anterior, será el líder de este ataque, que cuenta con Rishard Matthews, líder receptor del equipó en 2016, y con Delaine Welker, ala cerrada que estuvo dentro de los mejores diez de la Liga.
Esta unidad recibió la adquisición de Eric Decker, proveniente de los Jets, quien buscará volver al nivel que tuvo en los Broncos. Además, reclutaron al novato Corey Davis, de Western Michigan, en la quinta selección global del Draft; Taywan Taylor y Jonuu Smith también surgen como opciones jóvenes. Tres de las primeras cuatro selecciones de Tennessee este año fueron jugadores ofensivos.
En la defensiva, los Titanes mantendrán la formación 3-4, teniendo como principal fortaleza a su cuerpo de apoyadores, comandado por Brian Orapko (líder de capturas del equipo), Wesley Woodyard, Avery Williamson y Derrick Morgan, los cuales son asistidos por los tres frontales, que en conjunto convirtieron a la defensa de Tennesse en la segunda mejor contra la carrera en 2016, permitiendo apenas 88.3 yardas por encuentro y 10 anotaciones por esta vía. Únicamente estuvieron por debajo de Dallas en este departamento.
Sin embargo, el problema de esta unidad estuvo en el perímetro (lugar 30). Los Titanes aceptaron casi 270 yardas por aire por partido, permitieron 25 anotaciones e interceptaron en 12 ocasiones. Es por esto que la secundaria se reforzó con el joven Adoree’ Jackson, proveniente de USC, quien fue el cuarto mejor prospecto de esquineros en el Draft; además, llegaron el safety Johnathan Cyprien, de Jacksonville, y Logan Ryan, elemento que jugó tres Supertazones con los Patriotas, alzando en dos ocasiones el Vince Lombardi. En contraparte perdieron a Perrish Cox, líder en intercepciones del equipo, que emigró a Seattle.
Parece que los años difíciles han quedado atrás. Con Mariota sano y más maduro, una buena defensiva y un ataque aéreo con más profundidad, los Titanes están listos para contender por el título divisional.