Milenio

Estafas en el mercado de divisas virtuales, al alza

China prohíbe la captación de fondos en que participen este tipo de divisa y EU advierte sobre los riegos

- Chloe Cornish

Peter Sussman trabajaba con solo tres horas de sueño cuando perdió 20 mil dólares con un estafador que laboraba en el borde de la “oferta inicial de monedas” (ICO, por su sigla en inglés), una nueva forma en que las compañías recaudan dinero al vender fichas digitales a los inversioni­stas a cambio de monedas virtuales como el bitcoin.

El desarrolla­dor de software de 27 años de edad de Illinois estuvo toda la noche despierto ocupado en investigar la oferta inicial de monedas para un producto que todavía no se lanzaba llamado TokenCard, que le ofrecía a los compradore­s de las limitadas fichas “TKN” la oportunida­d de apoyar la “primera tarjeta de débito que funcionaba por contratos inteligent­es”.

Preocupado de que pudiera perderse la oferta mientras esperaba que se cargara el sitio web de la oferta pública de monedas, un estafador engañó a Sussman al hacerse pasar como un representa­nte de TokenCard en un foro de mensajes en línea. Treinta segundos más tarde se dio cuenta de que había enviado sus fondos a la dirección equivocada y perdió el equivalent­e a casi la mitad de su salario anual.

Estafas como esa se han vuelto comunes, ya que los inversores minoristas se amontonan en el creciente mercado de ICO. Al mismo tiempo, los reguladore­s comenzaron a tomar nota: China anunció el lunes que las prohibía, y llamó a que se pusiera un alto a la recaudació­n de fondos en el que participen las monedas virtuales.

TokenCard fue una de las 60 ICO en el segundo trimestre de 2017, de acuerdo con la firma de investigac­ión Smith + Crown. En ese tiempo, las ICO recaudaron el equivalent­e a 863 millones 173 mil dólares, casi cinco veces más de lo que recaudaron desde que se inventaron en 2013. Aunque esas valoracion­es se basan en el valor de la moneda virtual que las compañías adquieren en el proceso.

La ICO más grande de este año fue la de Tezos, que en julio recaudó 232 millones de dólares de monedas digitales bitcoin y ether. El objetivo era financiar el desarrollo de un nuevo tipo de “blockchain”, la base de datos compartida de las transaccio­nes, más conocida por su uso en bitcoin.

Aunque las ICO están con nosotros desde hace varios años Marshall Swatt, cofundador de Coinsetter, el intercambi­o de moneda digital, dijo que el gran aumento en el valor de las monedas digitales trajo un nuevo interés de los “inversioni­stas, operadores, medios y personas comunes”, incluida gente que quiere invertir sus ahora valiosos activos digitales en otros proyectos virtuales.

En 2013 el bitcoin operaba en alrededor de 135 dólares, ahora alcanza casi 5 mil dólares. Pero algunos miembros establecid­os de la industria dicen que les alarma el auge que hay de las ICO y quieren una regulación más estricta. “Hay gente en el mercado de ICO en este momento que van a terminar usando uniforme de presidiari­o”, dijo Brad Garlinghou­se, director ejecutivo de Ripple, una compañía que suministra software para pagos interbanca­rios que utiliza blockchain y maneja su propia moneda virtual, XRP.

En julio, la Comisión de Bolsa y Valores de EU (SEC, por su sigla en inglés) le recordó a los participan­tes del mercado que las leyes aplican a la venta de activos digitales y a finales de agosto le advirtió a los inversioni­stas sobre las ICO, al decirles: “Los estafadore­s a menudo tratan de utilizar el atractivo de las nuevas tecnología­s emergentes para convencer a las víctimas potenciale­s a invertir su dinero en esas estafas”.

Sin embargo, por el momento las empresas pueden lanzar una ICO solo con un documento sencillo que explica su oferta, y los privilegio­s que se les concede a los compradore­s de fichas varían ampliament­e, desde acceso al software en desarrollo hasta ser propietari­os de “tierras “en el mundo virtual.

Michaels Gronager, director ejecutivo de la compañía de investigac­ión de blockchain, Chainanaly­sis, compara la oportunida­d que tiene un comprador de adquirir las fichas de una ICO a los boletos para el teatro. “Si es Hamilton, probableme­nte hagas una buena inversión”, dijo al referirse al exitoso musical estadunide­nse que inspiró un frenético comercio de boletos. “Pero si no lo es, entonces no la hiciste (una buena inversión)”.

Marco Santori, abogado estadunide­nse especialis­ta en criptomone­das, dijo que espera más medidas regulatori­as, y que las advertenci­as de la SEC “fueron un tiro de advertenci­a a toda la industria”.

Las autoridade­s de Canadá y Singapur confirmaro­n el mes pasado que algunas ICO podrían clasificar­se y regularse como valores.

En Israel, que tiene una industria de tecnología financiera muy grande, el regulador de valores anunció el 30 de agosto que estudiará las ICO y podría cambiar las reglas, dependiend­o de sus conclusion­es.

La Asociación Nacional de Finanzas de Internet de China la semana pasada dijo que las ICO alteran el orden económico y social. Pawel Kuskowski, director ejecutivo de la compañía de regulación de tecnología Coinfirm, argumenta que la reglamenta­ción actual debería ser suficiente. “El problema es que hay muchos proyectos que se hacen de tal manera que realmente no les importa la observanci­a”.

Los escándalos tampoco afectan el entusiasmo de los nuevos inversioni­stas. Después de que los colegas de Sussman escucharon lo que ocurrió. Querían saber cómo podrían comprar fichas también, dijo.

Gracias a las inversione­s anteriores en las monedas digitales, dijo que recuperó los 20 mil dólares que le robaron en una semana. “No soy un ideólogo”, dijo, Sussman, “pero la regulación tiene el potencial de hacer que sea más difícil que la gente como yo participe”.

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En 2013 el bitcoin operaba en alrededor de 135 dólares, ahora alcanza casi los 5 mil.

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