Nuevas app amenazan el predominio de Uber
La llegada de Taxify, de Estonia respaldada por la china Didi Chuxing, marca el inicio de la batalla por Londres
Es la hora pico en el centro de Londres, el lapso más ocupado para los taxis, pero Mohammed, un conductor de Uber, cerró la aplicación. Aunque todavía no tiene planes de ir a casa, en lugar de eso, el chofer de 32 años cambió su pantalla a Taxify, una nueva plataforma para solicitar transporte que se acaba de lanzar en la ciudad, una que promete un mejor trato a los conductores.
La llegada de Taxify, una startup de Estonia que tiene el respaldo del gigante chino para solicitar transporte, Didi Chuxing, indica el inicio de una batalla potencialmente amarga entre los rivales globales en el mercado europeo más grande de Uber.
Otros también se preparan para desafiar los cinco años de dominio del grupo estadunidense en el Reino Unido: Via, la aplicación estadunidense para compartir camionetas Van, esta semana anunció una alianza con la automotriz alemana Daimler para iniciar operaciones en Londres. “Muchas cosas van a cambiar, porque cuando Taxify da buenas comisiones a los conductores, los conductores se van a Taxify”, dice Mohammed, quien no quiso dar su apellido. Hasta el momento solo 3 mil choferes se registraron en la plataforma, en comparación con los 40 mil de Uber en el Reino Unido.
Pero Taxify tiene planes ambiciosos para debilitar a su competidor estadunidense. Cobra comisiones de 15 por ciento, en comparación con las comisiones que van de 20 a 25 por ciento de Uber, y repartirá bonos de tres libras por viaje, ya que intenta atraer conductores y clientes. “Didi trata de asegurarse de que no domine Uber”, dice Markus Villig, fundador y director ejecutivo de Taxify. “Comparten con nosotros la visión de que esta es una de las industrias que no debe dominar EU”.
Uber cree que está preparado. “Ya existen muchos competidores en el campo donde operamos”, dice Pierre-Dimitri Gore-Coty, director de Uber para Europa, Medio Oriente y África. “Preferimos ver esto como algo bueno porque creemos que la competencia nos lleva a pensar en ofrecer la mejor experiencia a los clientes y los conductores”.
Pero el reto de Taxify se presenta en un momento difícil para Uber, que nombró como nuevo director ejecutivo a Dara Khosrowshahi, después de un periodo de agitación significativa que llevó a su polémico fundador, Travis Kalanick, a dejar su puesto en junio.
En Londres, la licencia del grupo pende de un hilo después de los cuestionamientos de la Policía Metropolitana sobre su enfoque para reportar los incidentes violentos y sexuales entre conductores y pasajeros. Transport for London este mes va a decidir si Uber puede continuar operando en la capital por otros cinco años y dijo que considerará una carta de la policía que plantea estas preocupaciones. Uber dijo que “le sorprendió la carta” y agregó que esperaba que las víctimas reportaran ellas mismas sobre los incidentes.
El mercado de taxis del Reino Unido de 11 mil 500 millones de dólares se mantuvo relativamente desaprovechado por las aplicaciones para solicitar transporte desde la entrada de Uber en 2012, lo que llevó a un estancamiento al crecimiento de la industria de taxis y de alquiler privado. Pero hasta el momento, los rivales se mostraron renuentes a enfrentarse al grupo, por temor a quedar envueltos en una guerra de precios.
Los londinenses gastan más dinero en transporte como proporción del PIB —6.9 por ciento— que los habitantes de Nueva York, Hong Kong, San Francisco, Tokio y Singapur, de acuerdo con los datos de Haver y Goldman Sachs.
Sin la competencia de otras aplicaciones para solicitar transporte la ciudad se convirtió en un punto brillante de rentabilidad para Uber, según la contabilidad que presentó a la Companies House (el registro de negocios del Reino Unido).
La intrusión de Taxify puede amenazar ese dominio, sobre todo al tener en cuenta la tensa historia de la compañía con Didi Chuxing, que demostró ser un enemigo formidable. El año pasado, Didi obligó a Uber a salir del mercado chino después de una guerra multimillonaria por los pasajeros y los conductores.