Jémez se traiciona
Al minuto 85, Paco Jémez decidió sacar a Martín Rodríguez y meter a Jordan Silva. Es cierto, este partido no iba a ningún lado, pero el entrenador ayudó para que se enterrara por completo. Así, con un cambio netamente defensivo aseguró el 0-0 para su Cruz Azul en la visita al Puebla; un puntito más a la cuenta, un puntito que alarga el invicto, pero que empieza a ser desesperante.
Sí, La Máquina de Jémez sigue invicta, pero caminando a ritmo semilento. Los puntos caen a cuenta gotas: uno a uno y —casi milagrosamente— a veces de a tres. Son seis empates en este torneo y solo dos victorias, 12 puntos de 24 disputados; es decir, el 50 por ciento de productividad, muy bajo para una racha tan larga sin derrota. Y ayer fue el acabose. Paco decidió a cinco minutos del final que era más importante no perder que buscar algo más. El español terminó por traicionarse, se volvió conformista, tal vez ese sea el precio de dirigir a Cruz Azul.
“VAYAN A VER AL MADRID O BARCELONA”
Y es que hace nueve meses, justo cuando fue presentado como entrenador de Cruz Azul, Paco Jémez sentenció claramente que nunca jugaría a no perder, que lo primordial era el triunfo y no concebía especular.
Pues muy lejos han quedado aquellos días y más con la ex- PUEBLA CRUZ AZUL hibición de anoche. Su equipo jugó a no perder, y en conferencia el entrenador lo justificó por completo.
“No creo que tengamos un problema en la definición, solo nos hemos quedado un juego sin marcar. No se pueden marcar en todos los partidos goles, hay partidos que quedan también en cero y es importante seguir sumando; si en el partido no estás acertado de cara al gol, pues bueno es importante también pensar en no perder”, dijo.
Es más, Paco fue más allá; primero negó que su equipo tenga un problema para convertir y luego aseguró que si alguien quiere observar cuatro o cinco goles por partido, entonces debe ir a ver al Real Madrid o al Barcelona.
“No creo que a mi equipo le falte gol, no creo que ese sea el problema, porque genera mucho y porque realiza mucho. Nos gustaría meter en todos los partidos tres o cuatro goles, ya he dicho que eso es bastante improbable; el que quiera ver cuatro, cinco o seis goles se tiene que ir a ver al Real Madrid, al Barça y ahí sí van a ver todos los goles que quieran”.
Eso sí, si algo mantiene Jémez es su animadversión hacia la prensa. Anoche, una vez más, lo volvió a demostrar cuando se le cuestionó las complicaciones en la elaboración que tiene su Cruz Azul: “No me hables de falta de ofensiva porque yo si sé los partidos que nos hemos quedado sin marcar, entonces es lo que debes de hacer, venir informado y hacer preguntas sensatas”, le dijo a un reportero.
En estos momentos La Máquina ha saltado al cuarto lugar, pero por lo apretado de la tabla corre el riesgo de caer más allá de la sexta posición que ocupaba antes de este compromiso. De pasito en pasito, Cruz Azul puede irse rezagando en la competencia.
UN JUEGO SIN EMOCIÓN
Hace algunos meses el Estadio Cuauhtémoc presenció la última derrota del Cruz Azul de Paco Jémez, y de ahí se han encadenado 15 partidos oficiales en los que el conjunto cruzazulino no ha sufrido algún descalabro. Anoche, este estadio atestiguó la exhibición más floja de La Máquina desde que Jémez está en el banquillo.
Sin intensidad y con muy poca idea, este equipo (que se plantó con línea de tres zagueros) no generó nada en el primer tiempo; es más, Puebla tuvo mejores oportunidades, pero muy lejanas a ser de peligro. Al minuto uno Jesús Escoboza recibió un pase al espacio, enfrentó a Corona, pero mandó su disparo a las tribunas; luego, al 14’, Francisco Torre recibió un pase de Félix Micolta y tardó demasiado en tirar, ahí se fue un avance prometedor.
Luego ya no pasó más en todo el juego, algunos intentos esporádicos de Cauteruccio, el más enjundioso de Cruz Azul, pero nada de peligro. Se consumó el tiempo y Jémez decidió guardar el empate. Veremos si este invicto realmente sirve de algo al final de la temporada.
El 6 de diciembre
del año pasado Paco Jémez fue presentado como entrenador de Cruz Azul. En sus primeras palabras como técnico de La Máquina puso énfasis en su filosofía de juego, defendiendo que para él lo único que valía era buscar la victoria, sin conformismos ni especulaciones. “Yo no he venido a empatar o perder, he venido a ganar. Voy a tener uno de los mejores equipos, así que Cruz Azul va a salir a ganar todos los partidos, desde el inicio hasta el final, quiero que no sea un equipo que especule, que no se conforme con cualquier cosa, quiero que entienda que para ser grande hay que demostrarlo. Un día podemos perder y no me importa, no me gusta perder jugando a no perder”, señaló en ese momento el entrenador español frente a los medios de comunicación.