En Dallas no aprenden la lección
Seguramente los seguidores de los Vaqueros de Dallas están que no los calienta ni el sol, luego de la vergonzosa actuación del conjunto texano, el domingo ante los Broncos de Denver.
El equipo de la estrella solitaria fue apaleado 42-17 en su visita a Colorado, dejando otra vez muchas dudas en torno a si tiene el talento para competirle a Atlanta y Green Bay, por la supremacía de la Conferencia Nacional.
Aunque falta mucho camino por delante, tras lo observado el domingo, para mí en este momento la respuesta es no. La defensa de Dallas fue arrasada por un ataque conducido por un muchacho de tercer año, Trevor Siemian, quien les lanzó cuatro pases de anotación y se dio el lujo de convertirles 9 de 15 terceras oportunidades. Además, por tierra también se doblaron al permitirle a C.J. Anderson que rebasara las 100 yardas. De hecho, los Broncos solo despejaron en tres ocasiones, y todas sucedieron en el último cuarto cuando el partido ya estaba decidido.
El coordinador Rod Marinelli no tiene el suficiente talento en su personal defensivo. Sean Lee es un gran linebacker, pero fuera de él, quizás solo el ala defensiva Demarcus Lawrence se salve de la quema. El perímetro, como ha sido en los últimos años, es una caricatura. Les completan cualquier cantidad de pases.
Con esta unidad, los Vaqueros no tienen con qué frenar a ataques tan poderosos como los de Green Bay y Atlanta, escuadras a las que se medirán en las Semanas 5 y 10, respectivamente.
Y si la defensiva no frena al rival, y el equipo se ve abajo en el marcador, la ofensiva se vuelve unidimensional, y eso favorece la estrategia del adversario. Dallas no pudo correr el balón, y Prescott lanzó un par de intercepciones. Una tarde para el olvido.
Los Vaqueros tienen talento para competir y ganar su división, pero si no sucede nada extraordinario en sus linebackers y perímetro, difícilmente le van a quitar a Empácadores o Halcones el primer lugar de la NFC.
Al tiempo.