16.5 MILLONES
en inglés era el soccer.
Ahora y pésele a quien le pese, incluido al hombre de color naranja, el Tricolor y nuestros connacionales en territorio americano son el objetivo de las dos cadenas poseedoras de los derechos.
Da gusto ver que no todo lo compra el dinero, que el mundo cambia y las eliminatorias no se de televidentes registró como audiencia ESPN en Estados Unidos, durante Brasil 2014, para el duelo contra Bélgica. juegan por mera formalidad para que el Mundial lo disputen los poderosos y millonarios.
Es injusto desquitarnos del desprecio de Trump eliminando a EU de manera indirecta en el soccer y beneficiándonos con ello en territorio y cadenas norteamericanas. Sin embargo, uno se agarra de lo que puede, de esta deliciosa ironía con nuestros vecinos al norte y además el futbol tiene esa bondad: su naturaleza democrática no premia a quien más tiene, sino a quien más lo desea.
¿Quién de nosotros no jugó con un Frutsi o quién en EU (país obsesionado con la talla de sus atletas) le hubiera dado la oportunidad a Lionel Messi?
Todo el dinero invertido en convertirse en el cementerio de figuras europeas no elevó el nivel de la MLS lo suficiente para que la mayoría de seleccionados provenientes de esa Liga pudieran calificar al equipo de las Barras y las Estrellas el martes.
El soccer vive su peor crisis desde que participó en Mundiales consecutivos a partir de Italia 1990, además la federación enfrenta demandas legales con cinco seleccionadas femeniles y la Liga de soccer norteamericana (NASL) por prácticas monopólicas.
Si a esto le sumamos el conflicto Trump vs. la NFL y el problema de las conmociones, es claro que el deporte norteamericano no vive su mejor momento. Razones por las cuales, no les extrañe ver cambios importantes pronto en ambas disciplinas.