Todo pinta mal para 2018
No sé si a usted le preocupen las elecciones de 2018, pero es un escándalo lo que se está viviendo. ¿Qué? Por un lado, lo de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) y, por el otro, las enemil broncas a las que se están enfrentando los candidatos independientes.
¿Qué está pasando con la Fepade? Que el titular de esta institución fue destituido por una serie de presiones que suenan más a un asunto político que a una verdadera violación ética.
¿Y? ¿Qué tiene esto de trascendente? Que se supone que la Fepade es el organismo que va a perseguir a quienes se atrevan a manipular, alterar o defraudar a los mexicanos en el gran proceso electoral del próximo año.
¿Qué credibilidad puede llegar a tener una institución cuyo titular está sujeto a esta clase de controversias?
¿Qué podemos esperar de nuestras próximas elecciones si todo es tan frágil, tan vulnerable?
¿En verdad la Fepade va a tener peso como para que a alguien le dé miedo cometer un delito electoral en 2018?
¿En verdad estamos ante una autoridad o solo ante una instancia burocrática más de esas que únicamente sirven para taparle el ojo al macho?
Se vea por donde se vea, el mensaje es terrible, una invitación a que nos imaginemos cualquier cosa, un tema que se tendría que estar discutiendo mucho.
Ahora viene lo de los candidatos independientes. Como usted sabe, las recolección de firmas que van a servir para determinar quiénes entran a las elecciones y quiénes no se ha convertido en un calvario.
¿Por qué? Porque todo se está haciendo a través de una app, de esas que algunas personas tenemos en nuestros teléfonos celulares, y que no ha funcionado bien.
Para empezar, ¿a usted no se le hace medianamente antidemocrático que solo las personas que tengan teléfono celular puedan participar en esto?
¿Qué pasa con los hombres y mujeres que no cuentan con esta clase de aparatos? ¿Qué pasa con los que están negados para manejar las apps?
¡Y luego para que no funcione bien! ¡Para que a nadie le conste que las firmas se están recolectando! ¡Para que haya tantas dudas flotando en el ambiente!
No, y ni hablemos de lo peligroso que es todo el tema cibernético a nivel seguridad porque entonces sí nos vamos a deprimir de aquí a febrero.
¿Quién nos garantiza que no se van a hackear los resultados a favor o en contra de algo o de alguien?
¿Quién no nos dice que todos estos problemas técnicos no son, en realidad, el resultado de alguien que está detrás picándole a una computadora?
Obviamente, los señores del INE ya están trabajando en esto pero, mientras son peras o son manzanas, la desconfianza ya fue y vino, mucha gente está furiosa y los aspirantes no tienen claro lo que va a pasar con ellos, mientras los partidos siguen teniendo todo el dinero y todo el poder.
¿Cuál es la nota? Que todavía falta mucho para las elecciones del 1 de julio de 2018 y ya hay problemas, que ya hay dudas, que ya hay quejas, disputas, rabia, inconformidad.
¿Se imagina cómo vamos a amanecer el lunes 2 de julio? ¿Se imagina cómo vamos a estar si a esto le sumamos que en esos días vamos a andar en pleno Mundial de Futbol?
¡Que Dios nos agarre confesados! ¿O usted qué opina? M