El derrumbe de los Diablos
En los últimos juegos del Apertura 2017, Toluca ha mostrado inestabilidad, sobre todo en casa, donde ayer cayó ante Morelia, la revelación del torneo
Bastaron dos semanas para que los Diablos Rojos del Toluca se metieran en problemas, para que dejaran el subliderato de la competencia y ahora ocupen la séptima posición de la clasificación general; están en un bache de resultados que agravaron este domingo tras caer en casa por 0-1 ante Monarcas, Morelia, duelo donde los michoacanos sacaron unidades que los dejan a un paso de la Liguilla. La única anotación del juego fue de Diego Valdés y con ello Morelia llegó a 23 puntos para quedarse en la tercera posición general.
Fue Toluca quien tomó la iniciativa de atacar, de generar llegadas al arco ante un Morelia sin prisa, que prefirió mantener orden defensivo y después hacer daño con rápidos embates por los costados. Al 3’, Antonio Ríos tiró desde fuera del área, dispar qué pasó apenas desviado del arco de Sosa. Después, al minuto 8 Fernando Uribe apareció solo por derecha, se quitó a un defensa pero se quedó sin ángulo de disparo y su tiro pegó en la red pero por fuera.
La primera llegada de Morelia fue hasta pasado el primer cuarto de hora. Al 16’, Raúl Ruidíaz se quedó solo en el área tras un pase filtrado de Valdés, el peruano se dio la media vuelta y sacó un disparo que no llegó a su destino porque antes se interpuso una oportuna barrida de Santiago García. Los Diablos insistieron, por llegadas no pararon pero sin la efectividad necesaria para vencer una defensiva de Morelia que hace tres juegos nos recibía anotación.
Al 26’, se movieron las redes en un mano a mano de Fernando Uribe con Sosa, pero la jugada TOLUCA MORELIA completa Toluca a lo largo de este semestre, ubicándose en el puesto siete de la tabla, con 23 puntos. fue invalidada por fuera de lugar del colombiano. Al 37’, tocó el turno a Rodrigo Salinas, quien llegó por derecha y sacó un tiro qué pasó por fuera. La más clara de la primera mitad para Toluca se dio al 38’, en pase filtrado para Pablo Barrientos que dentro del área disparó por abajo, pero justo a la colocación del portero Sosa quien achicó y se quedó con la pelota.
Para la segunda parte el juego mantuvo el mismo guión. Toluca insistiendo pero sin creatividad y mucho menos contundencia ante un Morelia al que le bastó una llegada para tomar ventaja. El problema de los Diablos fue la certeza para definir las jugadas, sobre todo de Fernando Uribe que desperdició dos mano a mano con el portero Sosa... Al 54’, tras el robo de balón de Salinas el esférico le quedó a Uribe quien tiro a primer poste pero ahí estaba el portero Sosa para desviar.
En esa misma jugada se dio el ingreso de Rubens Sambueza, quien le dio mayor dinamismo y variedad al ataque escarlata pero sin la puntería necesaria para reflejarlo en el marcador.
Al 56’, ahora fue Efraín Velarde quien se quedó solo en el área pero cuando se dispuso a disparar le pegó primero al pasto y el balón salió sin fuerza a las manos del arquero de los michoacanos. Así, al minuto 58’ Morelia se encontró con un contragolpe, una jugada por el centro que llevó Raúl Ruidíaz y parecía desvanecerse cuando la zaga le quitó la pelota, pero el balón quedó a la deriva por izquierda donde apareció Diego Valdez y sacó un tiro raso, pegado al poste al que no llegó Luis García para poner el 0-1 en favor de la visita.
La presión y el desconcierto se apoderaron de los Diablos, quienes adelantaron más sus líneas y dejaron espacios que por poco los aprovecha Morelia para un gol más. Al 65’, Ruidíaz escapó por el centro, se quitó a tres zagueros y ante la salida del portero García levantó la pelota pero el tiro se fue a un costado del arco mexiquense. Después, al 67’, Uribe confirmó su mala tarde en otro mano a mano, llegó solo por izquierda, pero a la hora de ejecutar le faltó puntería.
Los Diablos pidieron empatar el juego en el tiempo agregado, un centro que remató Uribe y en el área tapó Mario Osuna con la mano, jugada que de primera intención el silbante Francisco Chacón dejó seguir pero el abanderado Alejandro Ayala le indicó que existía la falta al reglamento. La marcación del penal despertó mucho desorden en el terreno de juego, jugadores del Morelia reclamaron de inmediato la sanción mientras consumían los tres minutos que acababa de anunciar el árbitro.
Después de cuatro minutos de reclamos y amonestaciones por fin se ejecutó el tiro desde los once pasos, todo ante la indicación del silbante de que era la última jugada del partido. El balón lo tomó Pablo Barrientos, lo puso en el manchón de penal y tiró por derecha, a media altura pero justo al lance del portero Sebastián Sosa que tapó el disparo. La escena refleja la actualidad de un equipo que va a la baja.