Por traslado de El Tatos, riña en penal de Chiconautla
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Dos internos y un custodio heridos por arma blanca fue el saldo de una riña ocurrida ayer en el penal de Santa María Chiconautla, en Ecatepec, Estado de México, donde reclusos se inconformaron por el traslado a esa cárcel de Luis Alberto González Nieto, El Tatos, quien en el Cereso de Nezahualcóyotl torturaba para extorsionar a familiares de otros reclusos. El Tatos operaba esta práctica a través de terceros en otros centros penitenciarios.
Durante el enfrentamiento dos reclusos y un custodio, de quienes no se dio a conocer la identidad, resultaron heridos por arma blanca y fueron llevados a un hospital en Ecatepec. Al menos 300 agentes estatales intervinieron para controlar la situación al interior.
Alrededor de las 16 horas, policías antimotines arrojaron gas lacrimógeno a los familiares, que desde temprana hora se apostaron en los acceso del penal para demandar información sobre el estado de sus familiares, y al no obtenerla protagonizaron una trifulca con las fuerzas del orden.
La acción policiaca ocurrió luego de que las familias comenzaron a lanzar botellas y otros objetos a los elementos en las puertas para tratar de retirarlos y entrar.
A las 7:45 horas se dio el aviso primero de un supuesto intento de fuga, pero después se rectificó y se dio a conocer la inconformidad de los reclusos por el traslado de El Tatos a ese penal.
Ante la agitación de los internos, unos 600 antimotines, apoyados por el Ejército, se movilizaron para tratar de controlar la situación, donde los reos incendiaron el taller de carpintería y algunos colchones.
Familiares aseguraron que los internos estaban comenzando a ser víctimas de El Tatos, y algunos de sus cómplices, quienes también fueron trasladados a Chiconautla tras la difusión de videos en los que torturan a presos.
Al respecto, y en improvisada conferencia de prensa, Luis Arias, director general de Prevención y Reinserción Social del gobierno mexiquense, sostuvo que la riña se inició cerca de las 7:45 horas.
La nube provocada por la conflagración podía observarse desde la carretera federal Texcoco-Lechería y en otras vías, como la antigua carretera México-Pachuca.
Para contener la situación, antimotines lanzaron gas lacrimógeno, para disuadir a los inconformes. Durante más de cuatro horas las fuerzas del orden maniobraron para controla a los inconformes, quienes fueron llevados al patio central.
La titular de Seguridad del Estado de México, Maribel Cervantes, explicó que el origen de los hechos, se dio en tres dormitorios del reclusorio. m