Crean robot que escribe cuentos de horror
Se llama Shelley, en honor a la autora de Frankenstein; usa una base de datos de 140 mil relatos de aficionados
Científicos en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos, crearon un robot capaz de generar historias de horror al que bautizaron Shelley (en honor de la autora de Frankenstein, Mary Shelley). Para alimentar la base de datos que requerían el proyecto, el equipo usó 140 mil cuentos de publicados por escritores amateur en una plataforma en internet.
Ahora, la red neural artificial del robot está generando sus propias historias, colocando las primeras líneas en Twitter e interactuando con humanos durante el proceso de redacción. “Ella está creando historias extrañas y realmente imaginativas que no han existido en el género de horror”, dijo Pinar Yanardag, estudiante de posdoctorado en el MIT Media Lab que participó en el proyecto junto a Manuel Cebrian e Ilyad Rahwan.
Stephen King, el más célebre de los escritores de horror todavía con vida, dice que puede tomarle meses, incluso años perfeccionar el primer párrafo de una novela.
Shelley se toma unos segundos, y los resultados pueden ser extraños. Una de las historias, por ejemplo, es sobre un hombre embarazado que se despertó en un hospital. “La muñeca se me abalanzó con una jeringuilla. Le brotaba sangre por la boca y comenzó a desvestirse. Fue entonces que empezó a bailar”, fueron algunas de las frases que escribió el robot en su cuenta de Twitter.
Las oraciones de Shelley se inspiran en la mente colectiva, ya que las obtiene del foro virtual NoSleep, de Reddit, que hace un grupo de aficionados al horror. En ese sitio otros usuarios pueden votar a favor o en contra del contenido subido. El sistema es alimentado con grandes cantidades de información, ya que esos escritores aficionados han producido alrededor de 700 megabytes de historias en 10 años.
Los creadores de Shelley no la entrenaron con los clásicos del género por razones relativas al derecho de autor y porque no aportan datos suficientes.
“Si miras toda la literatura de Lovecraft o Stephen King o Edgar Allan Poe, eso sería unos pocos megabytes: no tendríamos suficiente información”, explicó Manuel Cebrian, que al igual que Yanardag también es escritor amateur de horror.
Aunque el objetivo de las obras producidas por Shelley no es ser vendidas, el sistema puede ayudar a los humanos a generar historias creativas.
“Este tipo de tecnología te ayuda a escribir el próximo párrafo, para que no te quedes atorado”, concluyó Cebrian. m