Uno de cada 5 empleados tiene afecciones mentales
Especialista de la UNAM señala que las empresas deben impulsar programas para identificar a los afectados y darles seguimiento
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada cinco trabajadores en el mundo padece alguna afección mental y tan solo uno de cada 10 recibe atención especializada.
La misma OMS alertó que la principal enfermedad que afecta el rendimiento de los trabajadores es la depresión, al contabilizar más de 300 millones de casos a escala global.
Por ello, impulsar programas integrales de bienestar mental en los centros laborales puede favorecer la calidad de vida de empleados y su productividad, por lo que Erika Villavicencio Ayub, académica de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), recalcó que se debe considerar que estas iniciativas benefician tanto a empleados como a empresas.
Los problemas de salud mental se reflejan en conflictos internos, falta de empatía (tratar con desprecio e indiferencia a clientes o compañeros de trabajo), sentimientos de baja realización y frustración, rotación de personal, aumento de casos de ausentismo y presentismo (asistir al lugar de trabajo aun estando enfermo o incapacitado, en muchos casos por temor a perder el empleo), accidentes y enfermedades, además de consumo excesivo de sustancias como tabaco y alcohol, entre otros. La especialista indicó que es indispensable contar con po- líticas que tengan un impacto positivo en la calidad de vida de los empleados debido a la cantidad de horas que pasan en el desempeño de sus actividades.
Entre otras estrategias también recomendó facilitar espacios laborales y climas organizacionales que promuevan el bienestar y la salud, así como sensibilizar acerca de la importancia de tener buenos hábitos para la detección de padecimientos y su manejo adecuado.
Con las nuevas tendencias en el mercado laboral, subrayó la psicóloga, cada vez más empresas fomentan el equilibrio entre la vida personal y laboral con resultados positivos para ambas partes: promueven campañas de concientización y comunicación internas para garantizar diagnósticos e informan acerca de las fuentes de apoyo a las que pueden recurrir los afectados.
Además, la Ley Federal del Trabajo establece llevar a cabo evaluaciones de factores psicosociales de riesgo para descubrir padecimientos como depresión, ansiedad y estrés. Para esto se requiere el apoyo de profesionales de la salud y personal de recursos humanos.
“Es recomendable que el líder esté atento a los cambios de conducta y al registrar estos indicadores lo reporte al responsable de salud o recursos humanos”, los jefes de cada organización deben ser perceptivos en cualquier cambio que tenga su personal para canalizarlo de manera inmediata.
A nivel personal el primer paso es reconocer que se tiene un trastorno y buscar ayuda profesional. Si en la organización en donde labora no hay programas de apoyo, mencionó que la UNAM cuenta con centros para atenderlos, ya sea de forma presencial o a distancia. m