“Golpes y gritos se escuchaban diario”
El cuerpo del menor fue hallado el pasado 23 de septiembre sobre el Eje 10 Sur
El último error que cometió Braulio fue tirar las monedas que su padre ganó como chofer de un microbús. El enojo fue tal que tundió a golpes al niño hasta que lo mató.
La agresión la cometió frente a su pareja, madre del pequeño de cinco años, quien ayudó al ahora homicida.
Las horas pasaron, envolvieron el cuerpo con una cobija, lo pasearon por varias horas y finalmente lo tiraron en Eje 10 Sur, en la colonia Ampliación Selene.
El 23 de septiembre pasado los vecinos de la zona alertaron a los agentes del cuerpo de un niño golpeado, inconsciente y abandonado sobre la vía pública.
Al llegar, encontraron al pequeño. Nadie lo reconoció, por lo que fue trasladado al Instituto de Ciencias Forenses, donde los peritos concluyeron que murió por traumatismos en cráneo y tórax.
Luego de un mes, las autoridades elaboraron un dibujo forense a partir de los rasgos del niño para publicarlo y localizar a sus familiares.
Los abuelos y tíos del pequeño corroboraron que tenía cinco años, pero explicaron que desconocían su paradero y el de sus hermanos, debido a que no tenían casa, pernoctaban en el microbús.
Al dar seguimiento al caso, los vecinos de los lugares donde estuvo el menor denunciaron que en muchas ocasiones enfrentaron a los padres para frenar el maltrato. “Los golpes y gritos se escuchaban diario”.
Mientras el cadáver era entregado a los abuelos, la policía aprehendió a los padres, quienes enfrentan cargos por homicidio calificado en relación de parentesco. Ambos podrán recibir una sentencia de hasta 50 años de prisión. M