CON SED DE REVANCHA
ANTONIO MOHAMED QUIERE COBRARLE A RICARDO FERRETTI EN ESTA FINAL LA ELIMINACIÓN SUFRIDA CON RAYADOS ANTE TIGRES EL TORNEO PASADO
El sueño de muchos regios, algunos que aún viven y otros más que ya no están, se hará realidad esta noche, cuando Tigres reciba a Rayados en el primer capítulo de una Final histórica, donde el campeón del Torneo Apertura 2017 saldrá de un clásico regiomontano.
Hace 43 años nació una rivalidad que a lo largo del tiempo se ha ido convirtiendo en pasional y espectacular. Fue un 13 de julio de 1974 cuando felinos y albiazules disputaron en el Universitario el primero de 113 duelos que hoy se ha convertido en el mejor derbi de todo el país.
Mucho se habla del Clásico nacional, América-Chivas; del clásico joven, América-Cruz Azul; del Pumas-América o del clásico tapatío Atlas-Chivas, pero hoy en día, la realidad marca al clásico regio como el mejor en México, por mucho.
En punto de las 20:00 horas, con arbitraje de Jorge Isaac Rojas, los ojos de toda la nación y, por qué no, de muchas partes del mundo estarán puestos sobre la grama del Volcán, sobre la afición, los equipos y, de paso, en el comportamiento de quienes acudan al estadio.
Si bien es cierto que un clásico genera pasión, muchas veces desbordada al no saber medir los festejos de un triunfo y en otras por no entender que en el deporte se puede perder, esta noche la ciudad de Monterrey tendrá que mandar un mensaje contundente: se puede vivir una Final entre Tigres y Rayados sin conflictos.
Y es que algo es más que seguro, éste puede ser el primero de varios duelos que definan mucho más que tres puntos o el avanzar en una etapa de Liguilla, no, puede ser la primera de muchas Finales en cualquier competencia entre los equipos regiomontanos, eso por la forma en que se viene trabajando en ambas instituciones y porque en la actualidad no hay equipos que trabajen mejor que Tigres y Monterrey.
“Es una semana de mucha alegría y espero de mucho festejo para la ciudad, habrá un ganador y un perdedor hay que llevar la fiesta en paz y vivirla como la fiesta que es y así vivirla”, señaló hace unos días el presidente de Tigres, Alejandro Rodríguez.
Han pasado ya 113 ediciones de este clásico, en los cuales Tigres ha ganado en 41 ocasiones por 40 de Rayados con 30 empates, además de un juego suspendido y otro invalidado. Lo que a partir de las 8 de la noche se vivirá es algo por lo que soñaron, trabajaron y pelearon personajes como Don Roberto Hernández Jr. y Carlos Miloc, quienes en este 2017 se adelantaron en el camino, pero que seguramente en un palco de honor estarán atestiguando desde el cielo y alentarán con todo a l equipo de sus amores.
Ha habido clásicos inolvidables, que han significado mucho en su momento, pero los que vamos a vivir en esta Final, las ediciones 114 y 115, no tienen precedente, ninguno de los anteriores pueden equipararlo, incluso sin saber los resultados que se vayan a dar.
En los años recientes, Tigres, el equipo del Tuca Ferretti, ha sido el más ganador en el futbol mexicano, ya superaron a Rayados en títulos y a partir de hoy quieren tomar una ventaja mayor, en su tercera Final de Liga consecutiva, mientras los del Turco Mohamed buscan empatarlos.
Luchar por un campeonato es lo más importante para cualquier equipo, el objetivo primordial al inicio de cada torneo, de la planeación de la temporada. Basta imaginar que se está a 180 minutos, o quizá más, de conseguir ese objetivo ante el acérrimo rival de la ciudad, hoy no es únicamente el orgullo el que está en juego, se trata de la gloria o la burla.
Es cierto que a nadie le gusta perder, que las derrotas en una Final duelen y calan hondo, más ahora que se dará en un clásico como éste.
Una final histórica, inédita, en la que Rayados buscará reafirmar su hegemonía en los duelos importantes, pero Tigres estará en posición de borrar de tajo todas esas humillaciones llevándose la serie más importante de todas, la del título.
En este escenario, basta esperar que gane el mejor, en especial, que gane el futbol y que se demuestre que como sociedad los regiomontanos son capaces de vivir no una, sino muchas finales más entre Tigres y Rayados.