Nueve años después... llegó el premio
Damaris Aguirre se perdió el momento de subir al podio olímpico, pero al fin recibió la presea de bronce que ganó por la descalificación de 4 atletas por dopaje Me dio mucho gusto saber que ya era medallista olímpica, es difícil describir lo que se siente
Fueron muchas cosas las que se perdió, como el vivir la emoción, la energía, la adrenalina de saber que subía al podio de los Juegos Olímpicos al terminar la competencia. Tampoco supo lo que fue recibir la presea en la ceremonia oficial, con todas las cámaras apuntando hacia las tres mejores. Y se perdió la experiencia de ver subir la bandera de México. Todo eso es lo que Damaris Aguirre nunca vivió en agosto de 2008.
Pero eso no es algo que a la ex halterista le quite el sueño. Ayer, recibió la presea olímpica de bronce a la que se hizo merecedora luego que tres competidoras que quedaron arriba de ella, dieron positivo en los exámenes antidoping varios años después, y eso cambia toda la historia.
“Hay niveles. No es lo mismo ser deportista olímpica que ser medallista”, comentó la ex atleta en tono de broma, al terminar la ceremonia en el Centro Deportivo Olímpico Mexicano, donde se le entregó la presea de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.
Damaris participó en la división de 75 kilogramos y originalmente quedó en sexto sitio con 245 kg. La ganadora fue la china Lei Cao, escoltada por la española Lidia Valentín, segunda, y la rusa Nadezhda Evstyukhina, tercera. Pero años después empezaron a salir resultados de nuevos exámenes antidopaje en los que cuatro atletas fueron descalificadas. Eso inmediatamente hizo que la mexicana escalara posiciones hasta quedar en el tercer sitio.
Acompañada de su familia y de autoridades del Instituto del Deporte de Chihuahua, Damaris Aguirre dijo sentirse feliz por ser parte de los medallistas olímpicos, aunque tuvieron que pasar nueve años para que su nombre se inscribiera en el Muro Olímpico del CDOM.
La presea la recibió de manos del miembro del Comité Olímpico Internacional (COI), el mexicano Olegario Vázquez Raña, y desde luego en compañía del presidente del Comité Olímpico Mexicano, Carlos Padilla.
“El momento de subir al podio es inigualable, pero también este instante es maravilloso, es único el recibir la medalla olímpica”, confesó la mexicana.
Expuso que desde hace seis meses supo del reacomodo del podio de Pekín, “me dio mucho gusto saber que ya era medallista olímpica, aunque a veces es difícil describir lo que se siente. Estoy agradecida con Dios por todos los momentos”.
El momento de subir al podio es inigualable, pero también este instante es maravilloso” Hay niveles. No es lo mismo ser deportista olímpica que ser medallista” Halterista mexicana