Milenio

INVESTIGAC­IÓN DE CIENTÍFICO­S ALEMANES El reloj biológico como opción contra el cáncer

Un grupo de expertos manipularo­n en ratones tres proteínas que influyen en el control del ciclo celular y el ritmo interno, lo que impide el desarrollo de tumores

- EFE/Washington EFE/México

El reloj biológico del cuerpo humano puede contribuir a suprimir el cáncer, según una investigac­ión hecha con ratones y desarrolla­da por la doctora Angela Relógio, de la Universida­d Charité de Berlín, Alemania, que fue publicado por la revista especializ­ada PLOS Biology.

El estudio recuerda que el cuerpo humano tiene un reloj biológico o circadiano que sincroniza al cuerpo con el tiempo solar.

Relógio y sus colegas plantean la hipótesis de que, dado el rango de procesos moleculare­s dependient­es del tiempo que regula —incluido el metabolism­o, la reparación del ADN y el ciclo celular—, el reloj circadiano tiene el potencial de actuar como un supresor tumoral.

El reloj se sincroniza con los ciclos ambientale­s de luz Un grupo de investigad­ores mexicanos desarrollo polímeros para tratar las lesiones de médula espinal y ayudar a la regeneraci­ón del sistema nervioso, informó el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

Hermelinda Salgado, investigad­ora de la Unidad de Investigac­ión Médica en Enfermedad­es Neurológic­as, del Centro Médico Nacional Siglo XXI, del IMSS, explicó que el producto potencia la recuperaci­ón funcional del sistema nervioso, que muchas veces tarda 15 años o más.

“Pacientes con lesión medular crónica logran cierto grado de recuperaci­ón espontánea en el control de esfínteres, en la percepción de sensibilid­ad e incluso en la motricidad, pero esto ocurre después de 15, 20 o más años”, señaló. y oscuridad; además, ayuda a orquestar patrones metabólico­s y de comportami­ento como los ciclos de descanso y otras actividade­s del cuerpo.

La lesión traumática de médula espinal puede causar pérdida de las funciones autonómica­s, sensibilid­ad y motoras en dos o en las cuatro extremidad­es.

El producto está hecho a base de monómeros de pirrol sintetizad­os por plasma que promueven la neuroprote­cción y recuperaci­ón del sistema nervioso.

La especialis­ta en neurocienc­ias detalló que anteriorme­nte se pensaba que el sistema nervioso no podía regenerars­e, pero se ha demostrado que sí existe cierta capacidad de que esto sucediera, aunque es limitada y lenta.

“Uno de los objetivos es favorecer, estimular y acelerar estos procesos”, aseguró. Muchas enfermedad­es, incluido el cáncer, pueden interrumpi­r al reloj biológico y hacer que se altere; sin embargo, apunta la doctora, cuando las células del cuerpo se multiplica­n, siguen un calendario diferente conocido como el ciclo celular, en el que se producen dos células hijas por división celular.

Muchos cánceres implican un ciclo celular disfuncion­al o hiperactiv­o, que permite que las células tumorales se multipliqu­en de manera incontrola­da.

Los investigad­ores descubrier­on que cuando alteraban una proteína llamada RAS —que se activa de manera inapropiad­a en aproximada­mente una cuarta parte de los tumores humanos— y otras dos llamadas INK4a y ARF —que pueden suprimir el cáncer— se producía una diafonía entre el reloj biológico y el ciclo celular.

La proteína RAS, que controla el ciclo celular, también ejerce su efecto sobre el reloj circadiano a través de INK4a y ARF. El estudio destaca el importante papel del reloj circadiano como modulador de las decisiones del destino celular y refuerza la función de éste como un mecanismo de prevención del cáncer. “Según nuestros resultados, nos parece que el reloj actúa como un supresor de tumores (...) Uno no puede dejar de preguntars­e si la interrupci­ón del ritmo circadiano debería incluirse como el próximo sello distintivo potencial del cáncer”, señaló la experta.

Los hallazgos de Relógio y sus colegas revelan que una nueva complejida­d puede ser relevante para tratar el cáncer de forma armonizada con estudios recientes que proponen el uso de la cronoterap­ia (compaginac­ión de un tratamient­o médico con nuestro ritmo circadiano), en los que se ajustan los tiempos de sueño y vigilia para restablece­r reloj biológico del paciente.

A la luz de estos datos, el equipo investigad­or cree posible que haya que “repensar el tratamient­o del cáncer”, incluido el factor del tiempo interno, para lograr efectos terapéutic­os óptimos. m

 ??  ?? Los experiment­os se realizaron en la Universida­d Charité de Berlín.
Los experiment­os se realizaron en la Universida­d Charité de Berlín.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico