Precampañas: día uno, puro rollo
Cuando un debate en Twitter de los actores Gael García y Diego Luna con el senador Javier Lozano sobre la ley de seguridad está más interesante, por lo menos con más disparos de humor involuntario de ambos bandos, que el arranque de las precampañas, imagine usted cómo anda el nivel de los discursos de quienes quieren ocupar la Presidencia.
Más que el contenido de sus planteamientos, que poco han cambiado, salvo la propuesta directa de amnistía para los capos del narcotráfico, el punto a revisar sobre Andrés Manuel López Obrador fue su alianza con Encuentro Social, partido cuya ideología queda exhibida con una de sus propuestas, suficiente para retratarlo: considera “pornografía” el material didáctico para instruir sobre funciones reproductivas, prevención de enfermedades de transmisión sexual y embarazo adolescente.
José Antonio Meade comenzó su precampaña en Chiapas con generalidades. Que si quiere un México con seguridad y justicia, con alimento en cada mesa, con respeto a la ley, con protección a las mujeres, es decir, un México que cierre la brecha entre la realidad, esa de la que es corresponsable con cargos de primer nivel en los últimos 10 años, y lo que sueña la población. Remató su discurso en San Juan Chamula: “Viene lo mejor”. Una expresión que han escuchado los de la generación del que esto escribe desde la campaña de José López Portillo.
Ricardo Anaya, precandidato del frente PAN-PRD-MC, también estuvo profundo en sus mensajes iniciales. Censuró disfraz y acarreo en el acto de su contrincante priista en Chiapas y prometió una campaña austera y de ideas, que comenzó rodeándose de indígenas de la Sierra Gorda de Querétaro, expertas en elaborar muñecas de artesanía, y recomendando a Meade cubrirse con una buena chamarra, creyendo hacer un grandioso chascarrillo por aquello de los frentes fríos.
En cuanto al discurso, puro rollo: quiere un cambio de régimen, dice que el PRI es más de lo mismo, busca acabar con los problemas de raíz, pregona un cambio con visión de futuro, inteligente, y jura terminar con la pobreza y la impunidad. ¿Cómo? Sin detalles, asegura que no con la fórmula de López Obrador, con quien comparte el diagnóstico de pendientes, pero no las soluciones.
Día uno de precampañas: puro rollo. M