DECRETEMOS ABUNDANCIA Está muy bien que hagamos pronósticos para el año que comienza y todo eso, pero es tiempo de cambiar mentalidad, para aprender de lo vivido. La santa Karime Macías nos ha enseñado que lo mejor es hacer listas con las cosas que merece
•Que durante
el primer debate caiga un meteorito sobre todos los candidatos y sus amigos políticos presentes en el público, erradicando así posibilidades de que todo siga igual por los siglos de los siglos.
•Que Marichuy
se vuelva candidata a la Presidencia y se salve del meteorito para que luego salve este adolorido país. En una de esas, Kumamoto también lo logra para hacerle el marketing de su campaña.
•Para variar
la realidad habitual en cuanto a los fulanos y fulanas que nos quieren gobernar, que Diego y Gael sean la nueva pareja con aspiraciones presidenciales, pero que hagan un documental de su paso por el poder.
•Que finalmente
tiren los edificios que tienen que tirar porque quedaron muy da- ñados tras el sismo de septiembre y construyan nuevos, pero chidos, no como los que les entregaron a los damnificados del 85.
•Que la selección
mexicana de futbol pierda su vuelo a Rusia y nos evite pasar vergüenzas durante el Mundial.
•Que Donald
Trump sustituya el Tratado de Libre Comercio por el Tratado de Libre Amor y nos permita pasar a destajo su frontera, amar a sus compatriotas sin necesidad de saque la serie ¿En dónde está Juan Gabriel?, con participaciones especiales de Michael Jackson, Elvis Presley y Pedro Infante, quienes darán clases sobre cómo desaparecer del mapa sin morir (de verdad) en el intento.
•Que regresen
green card y que él mismo decida pasar una temporada en el desierto.
•Que Netflix
las playas de Ebrard (pero sin él, obvi) y se queden las pistas de hielo, para que seamos una capital cosmopolita con todas la estaciones cada día y al mismo tiempo.
•Que Guillermo
del Toro gane un Oscar... o varios... y otros premios. Y luego vaya por los Arieles y los Osos de Berlín. Pa’ variar de Iñárritu.
•Que ya se
queden a vivir todos los quejosos en Bucareli, pero que les construyan casas de interés social con el estilo del Palacio de Cobián o, cuando menos, de los edificios Vizacaya.
•Que empiece
a bajar el índice de feminicidios porque a los políticos se les activa, tras un eclipse de luna, una neurona que les hace entender que es fácil acabar con ellos si la impunidad se comienza a resolver o si se imaginan, realmente, que sus chulas madres o sus hijas podrían pasar por eso.