POR SUS PORTADAS LO CONOCERÉIS
En aras de salvaguardar su identidad, además de seleccionar cuidadosamente a su elenco, los grandes sellos discográficos del jazz en el siglo XX enfatizaron la originalidad del diseño de sus portadas. Blue Note destacó por las fotografías de músicos a cargo de Francis Wolf, mientras que David Stone Martin realizó dibujos espléndidos para las compañías Cleff, Norgran y Verve, de Norman Granz. Incluso Andy Warhol, antes de abrazar el pop art, realizó varios trabajos para Blue Note y otros sellos, mientras que ECM Records se ha distinguido por sus imágenes de paisajes naturales y urbanos.
Entre la estirpe de fotógrafos dedicados al jazz destaca Pete Turner, quien distinguió con su arte a CTI Records, compañía creada por Creed Taylor en 1967. Mientras que la mayoría de los sellos discográficos eligen fotografías de los artistas, el támdem Turner-Taylor se inclinó por saturadas fotografías en color que pocas veces tenían que ver con el contenido del disco, aunque en ocasiones sí recurrió al retrato del músico.
Entre las malas noticias de 2017 está el fallecimiento de Turner el 18 de septiembre, que en su momento no fue atendida porque estábamos consternados por el temblor que cimbró la ciudad y otros estados. Me familiaricé con la obra de Turner antes de que aparecieran los discos de CTI, pues continuamente se publicaba en revistas de fotografía por su manejo sorprendente del color, por lo que me encantó reencontrarlo en las portadas de los álbumes de CTI, que destacaban en los estantes de las tiendas de discos.
Su primer trabajo para CTI fue para Wave de Antonio Carlos Jobim. “No tenía idea a qué sonaba la música, como era la mayor parte del tiempo —dijo Turner en una entrevista—. Siempre estaban grabando o mezclando el álbum cuando la portada se estaba haciendo. Creed me pidió que trajera imágenes que pensaba que pudieran funcionar. Pero agregó: ‘No quiero una ola japonesa, quiero algo diferente’. Así que fui a casa, revisé mis archivos y saqué de mi librería una toma de la jirafa roja”.
De ola —nombre del disco— a Jirafa hay una distancia, pero la imagen se volvió tan icónica como el disco. Lo mismo sucedió con el cenicero repleto de colillas para A Day in the Life de Wes Montgomery, la escultura maya en tonos azules para
CConcerto de Jim Hall, la mujer negra que lame el pie de un bebé para Sugar de Stanley Turrentine o la quinteta de avestruces de Sunflower de Milt Jackson. Como bien escribió Nate Chinen en su obituario, Turner fue un fotógrafo con “vista para el color y oído para el jazz”. m