Conocer los 212 municipios de Veracruz: “Ellos no deben de conocer ni 40”, asevera
Presume a adversarios de
El estado con la cuarta mayor cantidad de electores en el país reunió ayer —cada uno por su lado y con sus formas— a los tres principales precandidatos presidenciales.
Para Andrés Manuel López Obrador fue su segundo día por Veracruz, mismos en los que ha querido dejar en claro la diferencia entre sus visitas y las de José Antonio Meade y Ricardo Anaya.
El tabasqueño comenzó en la región de las “Grandes Montañas”. Pasadas las 11 de la mañana llegó a Acultzingo y siguió la misma fórmula, no de esta tercera contienda, sino de hace años y quizá de toda su vida política: le habló a la gente desde una tarima en los zócalos de los municipios.
“Tenemos pequeñas diferencias”, lanzó López Obrador, y dedicó sus primeras palabras para sus adversarios.
“Son fresas, ñoños, no están acostumbrados a conocer los pueblos, yo conozco los 212 municipios y los he visitado más de una vez, ellos no deben conocer ni 40”, exclamó.
Antes de subir al templete, dos mujeres le habían puesto a López Obrador un collar y una corona de flores blancas, “que significa que es bienvenido al lugar”, según explicó el anunciador por el micrófono.
La tarima parecía estar a pie del monte por la cercanía. El paisaje también incluyó un tren pasando entre la montaña, mientras el tres veces aspirante presidencial ya le hablaba a los pobladores.
La lona colocada en el templete explica, casi imperceptible en la parte inferior, que estos mítines están dirigidos a militantes y simpatizantes de Morena, PT y PES.
Aclaración para cumplir la ley electoral, aunque en los hechos cualquiera puede venir a escuchar, aplaudir, reclamar o pedirle algo.
En el caso de Acultzingo, algunos pobladores le gritaron pidiéndole ayuda para una nueva iglesia, pues los sismos de septiembre dejó fracturada la actual y desde entonces adaptaron sillas en un espacio contiguo.
La celebración religiosa se tuvo que retrasar ayer unos 45 minutos por el mensaje del precandidato y de sus afines, incluso el propio alcalde emanado de Morena le pidió ayuda al tabasqueño por esto: “Ya pronto”, reviró éste.
Enseguida, López Obrador agregó sonrisas a las críticas para sus adversarios, pero, sobre todo, concentró su ironía en el desliz de Meade cuando habló de seguridad en Zacatecas hace unos días.
“¿Saben qué dijo Meade? Que los delincuentes a la calle y los ciudadanos a la cárcel (...) Meade hizo una muy buena propuesta, no estoy inventando nada, hay constancia de lo que les estoy diciendo, dijo: ‘Los ciudadanos a la cárcel, y los delincuentes a la calle’, y le aplaudieron”, aseguró.
Pero la carretada de aplausos se la llevó cuando recordó sus orígenes: su padre originario de la Cuenca del Papaloapan, “y de acuerdo con la Constitución en su artículo 11, hijo de veracruzano es veracruzano, y yo soy veracruzano, un choco jarocho”, sonrió en el estado que votarán más de 4 millones el 1 de julio.
Por la tarde, AMLO recorrió la fábrica textil de Río Blanco a 111 años de la histórica huelga, pues fue invitado por una asociación a la inauguración de un centro educativo para la energía renovable. m