El arriete más certero en Pumas ELDATO LOS ÚLTIMOS NUEVES
En un año en Ciudad Universitaria, Nicolás Castillo se ha convertido en el centro delantero con mejor cuota anotadora en torneos cortos; dejó atrás las marcas de Solari y Olalde
Innumerables lesiones de tobillo, incluidas varias recaídas y ciertas bajas de nivel, no han sido suficientes para mermar la capacidad de Nicolás Castillo de cara al arco enemigo. En un año dentro del futbol mexicano y en las filas de Pumas, el ariete chileno apenas ha podido disputar 21 encuentros de Liga de los 35 posibles… Sin embargo, la escasa continuidad no ha mermado su permanente idilio con las redes enemigas. Hasta ahora, registra 15 dianas, con una efectividad del 71%, superior a las cifras que en su momento consiguieron delanteros que dejaron huella en el club, como Esteban Solari, Jesús Olalde y Bruno Marioni, entre otros más.
En su primer semestre en México, el que mayor actividad hasta ahora ha registrado, Castillo sumó once apariciones y ocho tantos. Nico jugó como titular en diez ocasiones y se ausentó en dos etapas: en la segunda jornada, contra Cruz Azul, además de marcar el gol del triunfo (1-0), se fue expulsado para el duelo posterior; hasta la fecha once, frente el América, el andino registraba sus ocho dianas, pero a partir de entonces, se perdería por más de cinco semanas, acusando recibo de una lesión en el tobillo derecho. De hecho, en la derrota ante las Águilas, el propio atacante confesaría que: “Jugué infiltrado” y aun así marcó doblete (2-3 en CU).
La ausencia de Nico, aunada a la de Pablo Barrera, colocarían a Pumas en dificultades mayúsculas, sumando varias derrotas a cuestas. Castillo volvería para la fecha 15, cuando en el Pedregal, Universidad sucumbía por 0-2 ante Veracruz, era el resultado que menos esperaban y les desfavorecía para sus aspiraciones de entrar a la Liguilla. El chileno entró al
45', pero al 90' se marchó expulsado por una entrada por detrás hacia Egidio Arévalo. La debacle estaba prácticamente consumada. La última jornada, ante el Puebla, de nuevo en casa, el delantero retomaría la actividad, pero sin éxito para marcar diferencia y consumando la eliminación del equipo rumbo a la fase final.
El receso de verano traería consigo una nueva desilusión. Castillo había sido tomado en cuenta para formar parte de la nómina chilena de cara a la Copa Confederaciones de Rusia, pero al resentirse una vez más de la lesión que mantenía simplemente al margen del tobillo, le impidió integrar la lista definitiva para disputar el torneo. Al reinicio de la Liga, a mediados de julio,
Nico estaba de vuelta para ser considerado de lleno en Pumas y volvería a ser indispensable para Francisco Palencia, entonces entrenador del conjunto auriazul. En las primeras seis fechas, hasta el despido de Paco, el sudamericano había conseguido cinco dianas, influyendo en dos triunfos directos.
Se dijo que Castillo fue uno de los principales opositores a la salida de Palencia, entrenador que le trajo a México y que le permitía cierto tipo de libertades, que Nico retribuía en alto rendimiento. Fue desde el cese del novel timonel, que el ariete parecía haber perdido el interés por jugar en Pumas, esto sin mencionar el desfile de entrenadores como Sergio Egea y David Patiño; se ausentó de la séptima fecha del Apertura 2017 debido a molestias musculares, retornó para la octava, ante Tijuana, pero se fue en ceros… De ahí, no volvería sino hasta la jornada 12, frente al Cruz Azul, debido a la lesión del tobillo. En CU se comentaba que preparaban su salida.
Ya estaba David Patiño al frente de la nave, cuando Castillo vivía un melodrama aparte. En la fecha 15, ante Puebla y protagonizando una nueva expulsión, dentro de los ocho minutos que ingresó al terreno de juego, el andino registró sus últimos instantes del semestre anterior. La historia tomaba tintes de despedida; sin embargo, ya con Pumas eliminado de nuevo de Liguilla, a finales de noviembre, el atacante viajó a Portugal, para operarse, por fin, de la fractura prolongada. La intención, trascendía, era permanecer en México, recuperar el nivel y ser fundamental en el repunte de Universidad Nacional.
En el receso invernal poco se dijo de una posible salida de Nico, lo que quedaba claro, desde que llegó, es que al mercado nacional no saldría, como el propio Rodrigo Ares de Parga ya lo había anunciado en su momento. Patiño se encargó de traer refuerzos acordes a las necesidades de Pumas y con ello llegaron Alejandro Arribas, Yuber Asprilla y Matías Alustiza, este último, pensado en ser un complemento para Castillo y es que en lo futbolístico, más allá de lesiones e indisciplinas, el chileno había carecido de un socio que le ayudara a generar producción en ofensiva y con ello, que su mejor versión reapareciera. “Nos entenderemos bien”, dijo el argentino.
Han pasado los primeros 90 minutos del Clausura 2018, el tercer torneo de Castillo en México, el certamen en el que Pumas, acorde a su historia y discurso reciente, tiene que volver a los primeros planos y ya hay conclusiones tangibles. A pesar de no jugar juntos todo el partido (Matías ingresó al 45') frente a los Tuzos, quedó claro que la dupla Alustiza-Castillo brindará dividendos a Universidad Nacional y también, que el andino se ha recuperado de toda dolencia o problema físico. Ante Pachuca logró un rendimiento muy alto y no solo eso, condujo al equipo a un resultado invaluable, sumando dos goles más a su cuenta, incrementando sus números.
“Siento una gran satisfacción por el equipo, remontaron un resultado adverso en una cancha complicadísima; es mérito total de los jugadores. Se mantuvo la estabilidad emocional, luego de un primer tiempo en el que nos vimos ampliamente superados”, dijo David Patiño después del encuentro de la fecha inaugural. “Estoy feliz por los tres puntos que nos llevamos a casa; el primer gol de Nico, el del 2-1, nos brindó la esperanza de que podíamos lograr un mejor marcador y gracias a la insistencia de todos, lo logramos. Haciendo las cosas de esta manera, recuperaremos la esencia de Pumas”, refirió Alustiza.
Hoy, Nicolás Castillo cuenta con el respaldo de un plantel armado a su favor, pensado en que a él le generen la mayor cantidad de opciones posibles, así como el aval de una estadística que indica la ferocidad y temple. Con 21 encuentros y 15 anotaciones en Liga, ya es el mejor nueve para Pumas en torneos cortos, así lo indica su historial, que aunque breve, contundente en la efectividad para marcar goles. Ahora, la labor del andino será seguir incrementando sus cifras y con ello, colaborar en pro de los universitarios; la misión es retornar a Universidad Nacional a pelear por el título y al menos por ahora, parece ser la llave para conseguir este objetivo.
Vi a un equipo con mucha determinación, que supo mantener la estabilidad emocional; mostramos carácter”
Nico es un futbolista de gran calidad, al que le persiguieron las lesiones; ahora, está recuperado” DAVID PATIÑO Entrenador de Pumas