Mota recreativa, pero turística
No sé por qué tengo la impresión de que hay algo podrido en la campaña del dotor Mit. Quizá tenga que ver con la reforma educativa del Nuño Artillero que, gracias a su profundidad y calidad, ha logrado que solo 5.1 por ciento del alumnado esté armado para resolver problemas matemáticos más allá del 8 por 8 te lo remocho, sin contar a esas abrumadoras mayorías que nomás no saben “Ler”. El asunto es que justo cuando ya empezaba a levantarse medio centímetro del suelo con su plan de combate a la corrupción, que afortunadamente no toca a sus compañeros de sector y de partido, aparece el secre de Turismo que, rompiendo toda la tradición familiar del gris Oxford de los De la Madrid, planteó la posibilidad de que en ciertos sitios como Baja California Sur y Quintana Roo puedan legalizar la mariguana para alivianar conflictos y disipar la criminalidad, que no hay nada más recreativo en las zonas recreativas que la mota recreativa.
No se vale. Mientras el precandidato presume ideas fundamentalmente aburridas y sin gracia, aparece este personaje con una propuesta que va más allá del na-na-na-na-na na-na-na-na-na y de fumar la pipa de la paz con Salinas, que se gana todos los reflectores y reactiva un debate olvidado en San Lázaro.
Por supuesto, luego luego salieron los defensores a ultranza del método calderonista de la narcoguerra a señalar con índice de fuego al secretario por atrevido e inoportuno.
De cualquier manera, ahora el pobre esposo de la señora Juana, que va al supermercado, va a tener que sacarse de la manga un asunto que le devuelva algo del rating perdido. Y, tristemente para su causa, solo hay de una: exigir con el mismo tesón con el que exigió el nombramiento de los fiscales y procuradores, en un tono como de Toña Machetes, una investigación tipo chihuahuense sobre Odebrecht, la estafa maestra y la clonación de Bansefi.
Yo creí, la veldá, que a la hora buena el señor De la Madrid iba a recular como cuando su padre contó al final de sus días que Carlos Salinas metió las manotas en la caja chica. Y no. En un tuit explicó que la propuesta de legalizar la cannabis era a título personal pero a partir de años de reflexión y estudio.
Caray, ¿será que el PRIcámbrico temprano se equivocó de candidato?
Ya como una medida desesperada, el dotor Mit podría enarbolar como promesa de campaña aplicarle al licenciado Peña todo el peso de la ley, aunque le resulte más irritante que las redes sociales que no saben valorar, mientras se fuma la pipa de la paz con El Peje. M