No es la que quieren
La revancha entre Ábner Mares y Leo Santacruz dejó un daño colateral: Carl Frampton, quien ya levantó la voz
Ahoras de que se anunciara la revancha entre los mexicanos Leo Santacruz y Ábner Mares en Nueva York, en Irlanda Carl Frampton sintió el acicateo de la desesperación.
El Chacal quería la revancha con el único peleador que lo ha superado y sin embargo, ahora la posibilidad luce lejana. Ambos ya tienen compromiso y primero tendrían que superarlo, para después pensar en volverse a ver arriba de un ring.
“Leo, buena suerte para ti y para Ábner (Mares), pero hasta los perros en la calle saben que esa no era la revancha que los fanáticos querían ver”, señaló el irlandés, quien perdió su invicto en enero pasado a manos del Terremoto y quien desde entonces ronda con la idea de ese desquite y que por cuestiones promocionales no se concreta.
El mexicano y el irlandés comparten una rivalidad que inició hace dos años, cuando Frampton cortó la racha de un lustro invicto de Leo, despertando al michoacano, quien tardó seis meses en pagarle con la misma moneda, convirtiéndose en el primero en manchar el récord del que como profesional ya tenía dos divisiones conquistadas antes de los 30 años de edad.
Luego de varios intentos fallidos por cerrar la trilogía, pues insistía que tras dos visitas a Estados Unidos, tocaba que la tercera fuera en Belfast, además de cambios en su equipo que le significarían cortar lazos con su entrenador de largos años: Barry McGuigan, Frampton técnicamente se dio por vencido a principios de este año, cuando se dio cuenta que no podía seguir esperando, si pretendía mantener el ritmo. Así sumó a la mezcla al ex campeón filipino Nonito Donaire.
Pactada para el 21 de abril, en su país, Frampton se juega ante Filipino Flash la posibilidad de volver a disputar un título del mundo, obligándolo a lucir ante el peleador que en el pasado barrió con los gallos y los supergallos.
Pero la herida de lo que pudo ser y no fue volvió a abrirse esta semana, cuando Leo se decantó por el campeón absoluto Ábner Mares, en otra revancha, para el 9 de junio en Los Ángeles, dejando pasar cualquiera de sus propuestas.
En su momento, Leodegario explicó que sus razones para no ir a pelear a Irlanda del Norte eran sencillas: el historial de los jueces por fallos localistas lo obligaban a decir que no y prefería que la tercer contienda se diera en territorio neutral.
Ahora de cara a su futuro, ambos peleadores están obligados a vencer a sus rivales en turno si es que en algún momento pueden llegar a un acuerdo para la tercera parte de la competencia que inició con la pérdida de lo que más cuidaban: el cero en su récord.