ATENTADOS.
Talibanes reivindican el atentado al antiguo Ministerio del interior en la capital afgana; el balance de heridos suma 158, según portavoz oficial
Los talibanes afganos detonaron una ambulancia en Kabul con saldo de 95 muertos y 158 heridos, mientras en la aldea de Soumpi, en Malí, los yihadistas mataron a 14 oficiales tras un ataque a un cuartel militar. En Colombia fallecieron cinco policías luego de una ofensiva del crimen organizado en Barranquilla, en tanto, en la provincia de Esmeraldas, en Ecuador (imagen), un narcoataque dejó 28 heridos. El presidente Enrique Peña Nieto y la SRE condenaron los hechos.
La explosión de una ambulancia bomba en Kabul, reivindicada por los talibanes, causó 95 muertos y 158 heridos, sembrando pánico en un barrio muy concurrido de la capital afgana. “El balance es de 95 muertos y 158 heridos”, declaró el portavoz del Ministerio de Salud, Waheed Majroh, cinco horas después del ataque. En un comunicado, la presidencia afgana denunció un “crimen contra la humanidad”.
El mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, condenó el “odioso” atentado y llamó a la comunidad internacional a tomar “acciones decisivas” contra los talibanes. “Todos los países deberían adoptar acciones decisivas contra los talibanes y contra la infraestructura terrorista que los sustenta”, señaló el presidente en un comunicado de la Casa Blanca.
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, condenó el “mortífero” atentado. “Los ataques indiscriminados son una violación de los Derechos Humanos y nunca pueden tener justificación”, afirmó.
El gobierno de México también expresó a través de un boletín de la Secretaría de Relaciones Exteriores, “su más enérgica condena por el ataque terrorista perpetrado en Kabul”.
Los hechos tuvieron lugar en torno a las 12:50 hora local, cuando un grupo de talibanes empleó una ambulancia cargada de explosivos para atacar el antiguo Ministerio del Interior afgano.
El atentado se produjo delante de uno de los retenes que protegen la entrada a una avenida por la que se accede a varias instituciones: el Ministerio del Interior, la sede de la policía, la delegación de la Unión Europea y el centro de secundaria Malalai.
Acorde con el ministerio del Interior, “cuatro sospechosos fueron detenidos durante la investigación” sobre este atentado, el más mortífero desde la explosión de un coche bomba en mayo pasado (150 muertos, 400 heridos).
El Alto Consejo de la Paz, encargado de las negociaciones con los talibanes (actualmente bloqueadas) estima ser el principal blanco del atentado.
El ataque fue reivindicado por el portavoz de los talibanes Zabihulá Mujahid en WhatsApp: “Un mártir hizo estallar su coche bomba cerca del ministerio del Interior donde había numerosas fuerzas policiales”. “El suicida usó una ambulancia para pasar los controles. En el primer control dijo que transportaba a un paciente al hospital Jamuriat”, explicó Nasrat Rahimi, portavoz adjunto del ministerio del Interior. “La ambulancia estaba estacionada en el estacionamiento del hospital Jamuriat; intentó pasar los controles hacia el ministerio del Interior, el Alto Consejo de la Paz, pero el agresor fue detectado por la policía y estalló por los aires”.
Las autoridades afganas sospechan de la red terrorista Haqqani, instalada en la frontera paquistaní, añadió. “Es una masacre”, reaccionó en Twitter Dejan Panic, coordinador de Emergency, centro quirúrgico especializado en cirugía de guerra ubicado en Kabul.
Los hospitales desbordados enviaban a los sobrevivientes de un establecimiento médico a otro. El de Emergency afirmó que recibió 163 heridos y aseguró que no puede acoger a más pacientes. m