El Patronato del Incan diseña gimnasio para las pacientes
Diseñarán ejercicios personalizados para cada una de acuerdo con su edad, complexión, elasticidad, posibilidades y tratamientos
Para ayudar a mujeres con tumor mamario “un instructor capacitado guiará su actividad”
Las mujeres en remisión, en estudios clínicos o recibiendo quimioterapia contra cáncer de mama contarán con un gimnasio y un médico especialista en deporte para promover la actividad física de acuerdo con sus capacidades, a fin de prevenir y reducir los efectos secundarios de la patología, informó Juan Enrique Bargalló Rocha, jefe del Departamento de Tumores Mamarios, del Instituto Nacional de Cancerología (Incan). “La prevención y control son fundamentales entre pacientes con cáncer de mama para mejorar su salud, cambiar malos hábitos, que los tratamientos tengan menos efectos secundarios y sean más efectivos”, explicó Bargalló.
El gimnasio estará en el área de atención continua de pacientes y será posible gracias a los recursos aportados por el Patronato del Incan.
Ejercicios a la medida
El especialista comentó que tener esa área de ejercicio dentro del área de tumores mamarios es un gran desafío. “Uno se la pasa recomendando que hagan ejercicio y la paciente argumenta que “Nos vamos a sorprender de aquellas que creemos están muy débiles”, dice especialista del instituto se va inscribir en un gimnasio o que lo hará en casa; ahora lo tendrán ahí, la paciente ya no tendrá que ir a otro sitio, basta con que se inscriba y un instructor capacitado guiará la actividad física adecuada”, detalló.
Bargalló, médico especialista en deporte, detalló que diseñarán ejercicios personalizados para cada paciente de acuerdo con su edad, complexión, elasticidad, posibilidades y tratamientos. “Tal vez empiecen con tapetes y ligas, y luego el programa se fortalezca con la inclusión de aparatos”.
El proyecto tiene varias fases, la principal es pregonar con el ejemplo. “Con el lema ‘Haz ejercicio con tú médico’ también nosotros participaremos... Es como un espejo: yo me comprometo con las pacientes, ellas se comprometen conmigo para que mejoremos nuestro estado de salud promoviendo la actividad física”, comentó. “Esperamos acudan entre 20 y 30 pacientes. Ellas establecerán las horas, lo primero es crear la necesidad... Lo primero es crear la cultura de que ahí está el gimnasio; tenemos que romper la barrera de que las personas no están haciendo actividad física, incluyendo a los médicos”, detalló el especialista.
Fomentar la cultura del ejercicio, opinó Bargalló, será una labor ardua entre las pacientes, muchas de las cuales se encuentran en seguimiento y están en perfectas condiciones, pero sin duda las que darán un ejemplo serán, justamente, las que están tomando quimioterapia y muchas veces salen débiles. “Cada una debe saber sus propias limitaciones, pero estoy convencido que nos vamos a sorprender de aquellas que creemos están muy débiles”, puntualizó, tras referir que esperan que luego se registre mayor participación, incluso de los acompañantes. “Ellas establecerán las horas, pero lo primero es romper con los pretextos, con la barrera del sedentarismo y crear una cultura de necesidad para hacer ejercicio. Que digan: ‘Sí voy’, luego se establecerá, conforme a sus necesidades, los tiempos que deseen estar ahí; pueden ser minutos o seis horas”, concluyó. m