Una ballena, metáfora para viaje introspectivo
En esta obra no se darán las tres llamadas, ni habrá butacas, cuarta pared ni estructura aristotélica; es más, casi no habrá diálogos, pero sí mucha música. La compañía que la monta es Teatro el Ghetto, que suele trabajar con comunidades y explorar lugares deshabitados; la obra fue escrita por Ángel Hernández, director de otra compañía poco tradicional, quien usa la metáfora de la ballena para proponer un viaje hacia uno mismo.
La obra Aproximación al interior de una ballena es, según su director, “como un tour musical, un paseo por un laberinto donde el público entra como a un museo y comienza por un recorrido por siete estaciones en las que va sucediendo la obra. Volvemos al lenguaje que hemos desarrollado como compañía, con el que ya hicimos dos montajes (La arquitectura del silencio y Nocturno. Homenaje escénico a Octavio Paz) y que llamamos ‘la tersura’; es una poética teatral que tiene que ver con el contacto humano”, señala Agustín Meza, director escénico.
Cada actor recibe a un espectador por alrededor de 40 minutos en cada estación y lo va preparando para el resto del viaje, para introducirse al interior de la ballena donde ese espectador encontrará sus propias utopías.
La pieza es parte del proyecto La rosa de los vientos, beneficiario del Programa de Apoyo a Grupos Artísticos Profesionales de Artes Escénicas, México en Escena, del Fonca. Tendrá dos funciones por día del 13 al 15 de marzo en el Teatro Julio Castillo, del Centro Cultural del Bosque. m