Con sabor a triunfo
Germán Madrazo celebró su último lugar en los Olímpicos de Invierno como si hubiera sido el primero
El mexicano Germán Madrazo, de 43 años, quien aprendió a esquiar a hace poco más de un año, quedará como uno de los personajes de los Juegos de Pyeongchang, tras acabar con pundonor la prueba de 15 kilómetros de esquí de fondo, entrando en meta con la bandera nacional.
El deportista azteca llegó en el sitio 116, último, con 25:51 minutos de retraso respecto al ganador, el suizo Dario Cologna, quien cruzó la meta con 33:43.9.
“Empujamos hasta llegar al final y cuando llegamos, la vida me tenía reservada esta sorpresa con la bandera y los amigos que me cargaron”, explicó Madrazo.
Tras cruzar la meta fue levantado en hombros por otros dos competidores, el tongano Pita Taufatofua (que acabó 114) y el marroquí Samir Azzimani (111) en una imagen que quedará como una de las más destacadas de estos Juegos y una gran muestra del espíritu olímpico.
“Fue uno de los momentos más gratos de mi vida, con unas fotos que más allá del tiempo que hice y del desempeño pasarán a la historia. Fue un día mágico. Hubo convergencia de muchas cosas, pero al final fue un día maravilloso. Dios quiso que así
La vida me tenía reservada esta sorpresa con la bandera y los amigos que me cargaron” Cruzar la meta con la bandera de México significó decirle a mi país gracias por la confianza”
fuera para que se enriqueciera ese mensaje de sí se puede”, explicó.
Madrazo, que nunca se había calzado unos esquís hasta enero de 2017, entró en el puesto 116 de los 118 esquiadores que tomaron la salida, después de que dos abandonaron por el camino.
Al pasar por la línea de meta portando la bandera mexicana, fue aplaudido por el público y por otros esquiadores.
Madrazo había vendido muchos artículos con la finalidad de pagarse los cursos para aprender a esquiar y pidió préstamos a amigos para costearse viajes a las pruebas de clasificación a los Juegos, hasta que lo consiguió en su última posibilidad, cuando sonaba la campana, en Islandia a finales de enero.
“Al llegar a la meta, tomé la decisión de agradecerle a México el favor que me hizo dándome la bandera para llevarla en la ceremonia de apertura y devolvérselo, dándole a México la bandera en mi propia carrera, en mi línea de meta. Es un momento muy intimo de un atleta y decido cruzar la meta con la bandera de México para decirle a mi país gracias por la confianza, gracias por el cariño y eso se torna en un momento increíble”, añadió.
Una vez que regrese de Corea, Madrazo de 43 años de edad, continuará con sus planes y entre ellos se encuentran un Iron Man en dos meses y una maratón de esquí en cuatro meses, sin embargo, entre sus metas está terminar los maratones de la Serie Mundial.
Además buscará asistir a escuelas para platicar con niños y jóvenes con la idea de transmitir sus experiencias con la finalidad de motivarlos y que busquen sus objetivos.
Concluyó que está contento con lo que ha conseguido y que la vida le ha dado muchas satisfacciones, por lo que el siguiente sueño sería regresar a unos Juegos Olímpicos de Invierno como entrenador.
Esquiador mexicano