SEGUNDA DERROTA AL HILO DE PUMAS; AHORA POR GOLEADA
Cruz Azul y Chivas empatan y acumulan ya seis y cinco juegos sin conocer la victoria
Todo parecía indicar que sería una noche placentera en Tijuana, 90 minutos de mero trámite para unos Pumas que buscaban retomar la intensidad y los goles. La racha positiva con la que comenzó el torneo Universidad se ha tornado en una mala cosecha de resultados, como el de anoche, con una goleada en contra frente a Xolos, por 4-1.
Habían transcurrido 47 segundos, cuando Nicolás Castillo ya cantaba el primer gol a favor de los felinos del Pedregal. Producto de un cabezazo a balón parado, asistencia de Matías Alustiza, el chileno se erigió ante la débil marca de la defensa de Xolos y con ello sumó su quinto tanto del certamen. Parecía que la derrota del miércoles pasado le había servido de escarmiento al escuadrón de David Patiño, que mostraba la intensidad de antaño y hasta la coordinación que les hizo falta frente a Veracruz.
Pero si hay rivales que no se deben subestimar, así como escenarios que no tienen que minimizarse, esos son Xolos y más, en Tijuana. Al 9’, Mateus Goncalves tomó mal parada a la defensa de Pumas y exhibió la escasa coordinación entre Alejandro Arribas y Luis Quintana; el primero en mención perdió en el duelo contra el brasileño y Alfredo Saldívar pagó las consecuencias al quedar de frente a él. Con un disparo cruzado, el volante igualó muy pronto el marcador. La sensación de impotencia para Universidad se mantendría durante los siguientes minutos.
Desde atrás, Pumas intentó recuperar la estabilidad emocional, con trazos cortos y la vista puesta en el arco de Tijuana, los universitarios trataban de construir su juego y fue precisamente en una salida, donde Matías Alustiza extravió el rumbo de la pelota y generó el segundo gol para Xolos. El argentino se enfrentaba a tres rivales antes de llegar a la media cancha y consideró que un taconazo era el mejor recurso para eludir el conflicto y no… El esférico llegó a Juan Lucero, que se enfiló a la portería de Saldívar y antes de enfrentarse al arquero felino, cedió a Goncalves, que logró el 2-1 al 43’.
David Patiño modificó para el complemento y le dio acceso a Érick Torres, prescindiendo de Luis Fuentes en la lateral izquierda, para acumular más elementos en el ataque. Parecía el movimiento natural, en busca del empate. Al 50’, Tijuana se encargó de sumar el tercer tanto en el electrónico. En una marcación dudosa, Fernando Guerrero, el silbante, consideró que una entrada de Pablo Barrera sobre el mencionado Juan Lucero, que segundos más tarde convirtió el tanto, el que parecía definitivo hasta ese momento. Y si el panorama lucía complejo, este se incrementaría en contra aún más. Siete minutos más tarde, David Cabrera sería expulsado por la reiteración de recriminaciones. El partido estaba hecho un caos para los de Ciudad Universitaria.
Desesperado, el estratega de los felinos trató de recomponer y colocó en el campo a elementos que creía, le darían mayor estabilidad, comenzando con Abraham González. Los minutos se consumían y el estratega veía pasar el cronómetro con la ansiedad de quien sabe que cada segundo transcurrido le jugaba en contra. En los instantes finales, tuvo que rotar hasta a Castillo, que cedió su lugar para que entrara Alan Mendoza. La intención era mantener el marcador, pero el guion todavía guardaba una mención. Al 90’+2, Víctor Malcorra marcó el cuarto tanto de la noche, el que sentenció toda posibilidad de Universidad.
Fue una semana de constantes sobresaltos, en la que los dirigidos por David Patiño no encontraron su mejor rostro y extraviaron su futbol. A pesar de todo, la peor instancia en la que pueden quedar es en el tercer puesto, debido a la combinación de resultados. La crisis futbolística le llegó a Universidad en el momento de mayor capacidad mostrada en la cancha. A los felinos solo les queda recomponer el camino y cambiar el chip. La próxima semana les tocará medirse a Chivas.