“¡Los quiero desaforadamente!”
Como siempre ha sido costumbre y tradición el uso de las instituciones para incidir en coyunturas políticas y electorales en beneficio del gobierno en turno en casos muy emblemáticos, como diría el subprocurador Elías al tratar de explicar la filtración del paso de Ricardo Anaya por la PGR, a mí lo que me preocupa no es que te graben en alguna diligencia sino que después de tantos años no se haya destinado algunos recursos para la instalación de equipos de iluminación, video y maquillaje con el único fin de que los involucrados no salgan todos gachos como en videohome ochentero de Jorge Luke. Son de tan mala calidad las producciones que no se escucha del todo bien cuando el subjefe Diego grita “¡hijos de puta!” a los funcionarios que se la están haciendo cansada; mejor, para que no lo anden criticando, les hubiera tronado los dedos como la doctora Denise Dresser.
O sea, si te van a balconear que sea en las mejores condiciones porque pobre Anaya, sale tan mal que hasta parece uno de los hermanos Almada. Con mejores condiciones y elementos hollywoodenses hasta hubieran podido sacar a Chicken Little manejando el peligrosísimo Ferrari rojo del inenarrable #Lord Ferrari, ese prohombre y fino humanista cuyos guaruras todavía más finos y humanistas abandonaron entre los fierros quemantes a las dos chicas colombianas, que fallecieron más tarde en un hospital en Chilpancingo que, como ocurre con el resto del estado de Guerrero que desatinadamente mal gobierna el señor Astudillo Flores, carece de los mínimos recursos para funcionar y medio salvar vidas.
Yo digo que en las agencias de ese tipo de naves debería haber un detector de pendejos para tener cuidado de no venderle esa clase de símbolos de estatus y que en cuanto toman el volante los transforman en lords de la peor ralea.
Como quiera que sea, pobrecito de Ricky Ricón, al que en cualquier momento van a acusar de estar al frente del narcomenudeo en Ciudad Universitaria y de ser culpable de los malos resultados de las Chivas, y luego veremos a este animal fiestero gritando: “¡Los quiero desaforadamente!”.
Sobre todo ahora que Moreno Valle y Dante Delgado andan zopiloteando gachamente la candidatura, al igual que el nada grato de Graco, que se siente merecedor hasta del premio a la Flor más bella del ejido.
Dice el secre de Gobernación que la institución no tiene las manos metidas en el proceso electoral. Fallecida Catalina Creel, el gremio de los villanos está muy a la baja. M