Jennifer Lawrence supera inseguridad y miedo a ser juzgada
Al inicio de su carrera, Jennifer Lawrence enfrentó una experiencia que definió, como “brutal”, cuando fue fotografiada, casi desnuda, al lado de mujeres más delgadas; la productora del proyecto la invitó a usar las instantáneas como una “motivación para perder peso”; ese abuso y otras vivencias de “maltrato” en Hollywood la llevaron a ser parte y comprometerse con el movimiento #MeToo.
En su más reciente filme, Operación Red Sparrow, la ganadora del Oscar enfrentó su inseguridad y miedo al juicio, en particular en una escena: el rol de Dominika Egorova se entrena para convertirse en un agente secreto, a ella y a sus compañeras se les alecciona para saber que su cuerpo “pertenece al Estado”, por lo que en la secuencia se desnuda y “reta” sexualmente a un hombre.
La fortaleza de Egorova al ver perdido su sueño de vida, el empoderamiento que muestra en la trama, su entrega para ayudar a quienes ama y la enorme voluntad de no darle tregua a la injusticia, hacen una “perfecta” versión de la cinta de Francis Lawrence para la era en la que las voces contra el acoso y los abusos resuenan en todos los rincones del orbe, consideró Jennifer. “Nunca diría o haría algo en ninguna de mis acciones o roles que no sienta que tendría un beneficio para cualquiera que vea la mejor de mis películas, porque es tan empoderadora para las mujeres, personalmente también me empoderó. Empezamos a hacer esta cinta hace tres años y los temas no podrían ser más relevantes para la situación actual, por supuesto que siento la responsabilidad. “Al mismo tiempo es importante balancear, no queríamos llegar a un punto donde estábamos combinando de más la política con la industria del entretenimiento, como expresiones creativas. Seguimos en el cine y no creo que nadie tenga que cargar con el peso de la película, no se trata de nuestra opinión en ningún caso, es una ficción”, dijo Lawrence en videoconferencia, desde Londres.
El personaje de Jennifer, Dominika, se ve forzada, al atestiguar un crimen, a convertirse en una red sparrow, que usa su sensualidad para conseguir sus objetivos: “Lo que me gusta es que no interpreto una versión femenina de James Bond, ni de Jason Bourne; cada vez que consigue algo y es una heroína o incluso una anti-heroína, usa sus herramientas como mujer: intuición, ternura y sensualidad, eso es interesante para mí, por eso es por lo que la cinta es única. (La sensualidad) me empoderó en esta película”, dijo.