UN VIAJE DE XXV años
El Abierto Mexicano llegó al cuarto de siglo siendo un torneo que se convirtió en un negocio que crece y que busca mantener esa tendencia; además, no quita la vista a levantar la mano cuando se pueda aspirar a ser un Masters 1000. Su pendiente, tener mexi
En una plática en una lejana cancha de Roland Garros, fue que nació la idea. La oportunidad de adquirir un torneo en venta surgió y México no dudó. Hoy en Acapulco se celebran 25 años del Abierto, nombrado en 2017 como el mejor en su categoría por la ATP y la WTA.
Una de las mejores decisiones que se han tomado para llegar a un cuarto de siglo, en propias palabras de Raúl Zurutuza, director de MexTenis, es el
hecho de pensar a largo plazo, así como gestionar la mudanza a nivel de mar después de que en 1997 y 1998 notaron que era complicado conseguir a jugadores para animarse a jugar en la Ciudad de México, teniendo que tomar la decisión de no hacer el torneo de 1999.
Si bien el Club Alemán en la capital mexicana fue una excelente sede durante siete ediciones, hoy la casa que recibe a varias de las estrellas del circuito con el océano Pacífico como uno de sus encantos, es el ingrediente principal que hace que las cosas sean más atractivas para jugadores y espectadores, además de tener como una de sus identidades, darle una atención top a todos los participantes. En 25 años son innumerables las
anécdotas por contar. Ha habido un temblor, un incendio leve de un generador, operaciones de jugadores de emergencia, amenazas de manifestaciones y en general contratiempos en cuestión de logística, pero todo ha llevado a la organización a ser una de las más reconocidas por las mismas estrellas del tenis mundial.
Zurutuza, quien estuvo desde el día 1 de todo este proceso, recuerda los objetivos que se trazaron desde el inicio, así como algunas de sus anécdotas favoritas, de las decenas que le han tocado vivir. La idea de tener un torneo de tenis en México nace, entre varias cosas, por impulsar el desarrollo de este deporte en el país, ¿no sientes que se ha perdido esta meta con el Abierto Mexicano? Nace con la idea de que la Federación Mexicana de Tenis tuviese una propiedad que año con año le pudiera dar ganancias, además de tener un evento en el que tuviera total injerencia, junto a darle oportunidad a jóvenes mexicanos. El torneo sigue con este compromiso original de apoyar a los mexicanos, pero ha cambiado. Es un negocio y es un negocio importante. No es como lo que empezó, no es un torneo de tenis, es una compañía y como tal se tiene que manejar. A la empresa le cuesta entre 6 y 7 millones de dólares hacer esto. Hay un componente, que ha crecido enormamente de importancia es la venta de boletos. Hoy por hoy, 24 años después, el estadio es de 9 mil 450 personas y genera una taquilla cercana a los 3 millones de dólares. Los números son diferentes, ya no me puedo dar el lujo de dar un wild card a un mexicano que está
en el 900 del
Cuando veo el estadio lleno, hay una gran satisfacción porque todos funcionamos”
El torneo sigue con este compromiso original de apoyar a los mexicanos”
No es como empezó, no es un torneo de tenis, es una compañía”
Ojalá me toque ver que los mexicanos entren directo al torneo”
RAÚL ZURUTUZA
Director de mextenis
mundo, cuando el número 8, Jack Sock nos lo pidió. No sabes cómo me encantaría y ojalá me toque verlo, que los mexicanos entren directo al torneo, pero ahora las cosas no parecen estar puestas para que eso suceda, lo que sí, es que somos buenos doblistas. Así que como torneo no tenemos prisa de que las cosas se den. Convertirse en un Masters 1000 sería el siguiente paso natural, ¿cómo va el proceso para lograrlo, ya que no es secreto que es lo que buscan? Sin duda alguna es de las metas importantes que hemos tenido y que mantenemos en nuestra mente. Desafortunadamente, hay factores que no están en nuestro control, ya que es una franquicia como la que tenemos nosotros. En términos coloquiales hay nueve coches corriendo con nueve pilotos al volante, cuando uno decida bajarse para que entre otro piloto, tendremos que levantar la mano para ver si somos nosotros o son los de Dubái, los de Rotterdam, los de Doha, los de Asia, que han gritado a los cuatro vientos que quieren otro Masters 1000. Nosotros como Latinoamérica decimos ‘nunca hemos tenido un Masters 1000, creo que la región ya se lo merece’. Aquí también está Río de Janeiro, que también quiere y tienen hoy por hoy mejores instalaciones que nosotros, es innegable, pero no tienen ni el hotel ni el público que se puede encontrar aquí y el que todos los tenistas que vienen han conocido de primera mano. Cuando se baje un chofer, estamos listos para levantar la mano, el resto no está en nuestras manos. El año pasado la presencia de Novak Djokovic se convirtió en una de las más importantes en la historia del torneo, ¿cómo vivió Acapulco esa presencia junto con las otras en donde la gente no ve, tras los reflectores? Con él hay un par de anécdotas interesantes. Fuimos por él al aeropuerto y yo iba manejando. En mis etapas tempranas en el torneo yo fui chofer, así que me fui manejando. Puso cara de sorpresa de verme al volante. Íbamos en el coche y le estaba explicando como era el puerto de Acapulco. Vemos pasar una camioneta de la Marina en el camino y le dije que no lo veía sorprendido por eso, y me explicó que no se sorprendió porque en su país eso fue pan de todos los días. Y entonces me pregunta: ‘oye, ¿crees que vaya a ha- ber alguien para mi partido?’ Y le digo: ‘¿Es en serio?’. Y luego me responde: ‘No es que es lunes, leí que no es la capital del estado, ni del país’. Fue muy curioso eso, a lo que no supe responder más que ‘vas a ver, está completamente vendido’. Ese día entrenó Rafa primero, quien ya es como de casa, pero cuando entra Djokovic a la cancha, estaban 4 mil personas vitoreándolo, fue algo que no se imaginaba. Lo que más le sorprendió fue en su partido ante Juan Martín del Potro, donde vio cómo el estadio se dividió entre ambos. Cuando se va de Acapulco, me dijo que esa sensación no se le va a olvidar nunca, porque es un respeto hacia los dos y eso no se da en muchos lugares.