¿La PGR quiere descarrilar a Meade también?
La PGR, como brazo político del PRI ha sido implacable, con razón o sin ella, contra uno de sus opositores, Ricardo Anaya. El objetivo es descarrilarlo, ponerlo al margen de la contienda electoral. Sin embargo, su función no solo se reduce a denostar a los adversarios del régimen. Hace unos días, esa desacreditada institución desistió ejercer acción penal contra el ex gobernador chihuahuense César Duarte. No se encontraron, según se dice, las pruebas suficientes para acusarlo por los delitos federales de lavado de dinero, delito bancario y defraudación fiscal. Lo anterior no implica que ex gobernador haya sido absuelto. Sigue siendo un prófugo de la justicia y los reclamos de extradición, por parte del gobierno mexicano, siguen vigentes. Pero, de encarar a la “justicia” mexicana, tendrá muchos menos problemas dada la decisión mencionada de la procuraduría. La PGR convirtió, de un plumazo, las trapacerías del ex gobernador en peccata minuta. En menudo lío colocan al candidato del PRI, ya que una vez más surge un caso de impunidad que encoleriza a los mexicanos. Yendo al extremo, ¿la PGR quiere descarrilar al Dr. Meade?
Es inentendible la lógica de la procuraduría. No es explicable por qué ahora, en un ambiente electoral caldeado por los denuestos y las descalificaciones, salen con una estulticia de ese calibre. Especular, sin embargo, se puede. César Duarte presuntamente participó en la triangulación de fondos federales para las campañas electorales del PRI en 2016. Uno de los personajes relacionados con ese supuesto ilícito, Alejandro Gutiérrez, está encarcelado. Fue secretario general adjunto del PRI. Bajo el supuesto de que Duarte y Gutiérrez aceptaran, o se les llegaran a acreditar las acusaciones sobre la presunta triangulación de fondos federales, sin duda el PRI como institución, su candidato en campaña y Peña Nieto como presidente del país estarían al borde del despeñadero. Esta hipótesis podría ayudar a entender por qué desde la PGR se está desvaneciendo la culpa a Duarte, pese a los enormes ilícitos que cometió y cuya evidencia se encuentra en la fiscalía del estado de Chihuahua.
Otros escándalos contribuyen a la debilidad del candidato ciudadano priista. El Wall Street Journal reveló hace unos días que al ex titular de la Fepade Santiago Nieto, cesado por el encargado de la PGR, se le quiso sobornar, y fue amenazado, también, por un ex funcionario federal de alto nivel para que ya no hiciera alusión a ese oscuro caso que involucra a Odebrecht, a un ex director de Pemex y al propio Presidente. El Dr. Meade, más temprano que tarde, tendrá que enfrentar los cuestionamientos de soborno hechos por esa compañía brasileña. Será, sin duda, un tema de campaña. Tiene, además, que deslindarse de la “tóxica” (Riva Palacio dixit) secretaria Rosario Robles para que su credibilidad aumente. Estos problemas, más los que la PGR directamente le abone a la campaña priista, permiten hacer la pregunta siguiente: ¿la PGR quiere descarrilar al candidato Meade? De ser así, el gobierno de Peña Nieto ha definido un plan “B” que estaría representado por la esposa de Felipe Calderón. M