El aeropuerto de la discordia
López Obrador primero dijo que, de ganar la elección, cancelaría el proyecto del nuevo Aeropuerto Internacional de México en Texcoco para pasarlo a Santa Lucía. Luego que iba a revisar contrato por contrato, luego de nuevo que lo cancelaría y, por último, que aceptaba una reunión técnica con empresarios —¿por qué con empresarios? Porque éstos van a poner más o menos 70 por ciento del capital, porque cancelar arrojaría pérdidas por 120 mil millones de pesos y porque éstos no saben ver que el gesto es una reedición de la reunión entre EPN y el entonces candidato Trump— para dilucidar el asunto: cinco expertos por parte de los empresarios, cinco por parte del actual gobierno y cinco suyos.
Meade dijo que el aeropuerto de Texcoco iba, que no le movería un pelo, y Zavala, en redes sociales, aclaró: “mis posiciones son claras: destinaremos el mayor presupuesto a infraestructura en la historia. Y no habrá marcha atrás a la construcción del Nuevo Aeropuerto”.
Anaya ha dicho que está a favor del proyecto en Texcoco, que un mayor aeropuerto internacional en la capital es necesario, pero que la ejecución debe ser transparente, debiendo darse una revisión de los contratos para erradicar toda posible corrupción.
La primera fase de la obra está, o estaba, prevista para terminarse en 2020. El presupuesto total es de 13 mil millones de dólares, con 40 millones de pesos ya invertidos y 321 contratos firmados. En los dos años y pico que lleva la obra en marcha, y con cerca de 30 por ciento de avance, la Auditoría Superior de la Federación ha detectado un sobrecosto de 50 millones de pesos, y huecos por cerca de mil millones de pesos en pagos excesivos, innecesarios, no documentados o extemporáneos. El convenio que se hizo con la Sedena, para la construcción de la barda perimetral, iluminación y casetas, arroja cerca de 400 millones de pesos por justificar.
En el fondo, sale sobrando cualquier debate alrededor de lo comentado por uno u otro candidato; lo único cierto es que, dependiendo de los resultados del 1 de julio, la futura fiscalización del nuevo AICM será modelo Estela de Luz, modelo Línea 12 o modelo Paso Express México-Cuernavaca. Hagan sus apuestas. M