Se anuncian labores de conservación y rescate de antiguas ciudades mayas de Yucatán
Una bolsa de 35 millones de pesos destinó el Gobierno de Yucatán para llevar cabo cinco proyectos arqueológicos de rescate, conservación e investigación en las antiguas ciudades mayas de Chichén Itzá, Izamal, Dzibilchaltún, Uxmal y Kulubá, los cuales estarán a cargo de especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Al pie del Palacio de los Mascarones en la urbe prehispánica de Kulubá, ubicada a más de 200 kilómetros de Mérida, hacia el oriente del territorio, el gobernador Rolando Zapata Bello y el director General del INAH, Diego Prieto Hernández, signaron un convenio de colaboración para poner en marcha dichas acciones que contribuirán a preservar la amplia herencia cultural de la ancestral civilización.
“Porque conociendo de dónde provenimos, es que podremos mantenernos avanzando hacia donde queremos llegar, hacia nuestro objetivo común: el Yucatán del bienestar”, apuntó el mandatario, acompañado del titular de la Secretaría de Fomento Turístico (Sefotur), Saúl Ancona Salazar.
Los trabajos contemplan labores en la más importante urbe de los itzáes para conservar el juego de pelota, así como en la consolidación y restauración del área denominada Chichén Viejo y el mantenimiento y rehabilitación de ornamentos y pintura mural. Para ello se aplicarán 10 millones de pesos.
En la ciudad de Izamal se erogará un millón de pesos en faenas de preservación y consolidación, principalmente en el edificio Kinich Kak Moo, ubicado en el centro de esta población del oriente del estado. En Dzibilchaltún, municipio de Mérida, se invertirá una cantidad similar para explorar y consolidar la plaza sur, así como salvaguardar el Templo de las Siete Muñecas.
Con cinco millones de pesos, en Uxmal se llevarán a cabo tareas de investigación en la subestructura del Palacio del Gobernador, la más alta expresión artística y arquitectónica lograda por los mayas del Puuc a finales del siglo IX. Asimismo, se restaurará el costado oeste del basamento del mismo.
En el caso de Kulubá, con 18 millones de pesos se ejecutarán trabajos de exploración del núcleo central, de consolidación, restauración y acceso para su apertura al público, con lo que se convertirá en breve en la zona arqueológica de Yucatán número 18 en estar recibir visitantes.
En su época de esplendor, esta antigua metrópoli destacó por ser un enclave estratégico para el abastecimiento de agua y cultivar el cacao, aunque también por su comercio de sal, obsidiana y metales, entre otros productos. Tuvo una conexión directa con las urbes prehispánicas de Chichén Itzá y Ek Balam.
En 2012, las zonas arqueológicas y ecológicas de la entidad recibieron a aproximadamente dos millones 300 mil visitantes y en 201, estos espacios superaron por primera vez los tres millones y medio de asistentes. Chichén Itzá, Uxmal, Ek Balam y Dzibilchaltún fueron las más concurridas, acumulando al 85 por ciento de los paseantes totales, señaló Zapata Bello .