El calvario médico y legal de Enrique Pastor, en un libro
El autor relata la mala práxis de la que fue víctima tras sufrir un accidente en la muñeca
Hace ocho años Enrique Pastor Pérez (Ciudad de México, 1936) sufrió un accidente en su hogar que lastimó gravemente una de sus manos. Su primera decisión fue acudir a las instituciones médicas gubernamentales, donde le dieron primeros auxilios, pero su hijo lo convenció de que lo mejor era acudir a una clínica privada. Ahí se topó con un traumatólogo que le realizó una mala operación, haciéndole perder la movilidad en su muñeca.
Debido a esto, decidió iniciar un juicio por daño moral que duró casi ocho años en los tribunales. Tras esta experiencia escribió El enfermatorio. Juicio por daño moral, un libro en torno a su contienda con los sistemas legales y médicos de México, publicado por editorial Oris, y que se presentará el sábado 28 de abril en la Casa Refugio Citlatépetl.
Pastor Pérez ha publicado diversos libros, entre los que se encuentran novelas como El hombre que cambió su pasado y Héroes descalzos, así como un libro de negocios, debido a que durante muchos años fue empresario. El enfermatorio, a diferencia de sus libros de ficción, narra el calvario que vivió desde que decidió emprender acciones legales contra el médico que lo operó, hasta que obtuvo una sentencia a su favor. “El médico me realizó una operación en una clínica privada, prometiéndome que recuperaría 90 por ciento del movimiento de la mano. Pero a un mes de ésta, otros especialistas vieron que mi mano tenía poca movilidad, que la situación era muy grave, así que volví con el médico que me realizó la operación y me dijo: ‘Don Enrique, no todos los organismos reaccionan igual, usted es un hombre mayor, mejor sea feliz’. Así me desahució”, explicó.
Pastor Pérez argumentó que, tras la experiencia, le interesaba publicar el libro porque en él quedaba al descubierto la mala práctica de los hospitales públicos y privados, así como su mala atención. En su momento no tomó ninguna acción y se distrajo con diversas ocupaciones; pero, a unas semanas de que su derecho a demandar por la vía civil prescribiera, decidió iniciar la demanda. Durante ese tiempo cambió varias veces de abogados, y acabó decepcionado también del sistema legal. “Es una lástima que los abogados no tengan la experiencia operativa que necesitan para desempeñarse en la corte, y sin ella estamos perdidos. Y eso sin pensar que desconocen el desarrollo del juicio paso a paso entre las audiencias y los peritos”. Así, El enfermatorio es una obra en la que muchos mexicanos que han sufrido la mala praxis médica se verán reflejados. m