Alemania-Brasil, de tristes recuerdos para los sudamericanos en 2014, hoy en Berlín
Alemania y Brasil se medirán cuatro años después de la semifinal del Mundial 2014, en donde la verdeamarelha fue vapuleada por 7-1; para Tite el fantasma sigue vivo y hoy deben exterminarlo
Acasi cuatro años de la histórica derrota de Brasil ante Alemania en las semifinales del Mundial 2014 (7-1), los equipos se reencuentran por primera vez en un partido amistoso que tendrá gran sabor a revancha y en el que lo emocional tendrá tanta importancia como lo deportivo.
El encuentro del martes “tiene una gran importancia psicológica, no hay que esconderlo; el 7-1 es un fantasma que nos persigue”, admitió Tite en una entrevista publicada ayer por la revista alemana Kicker.
Las selecciones de Alemania y Brasil tendrán hoy su primer encuentro después del célebre Mineirazo.
Para Alemania el recuerdo del 7-1 está menos presente que para los brasileños. “Lo importante para nosotros era haber ganado la semifinal y ya al día siguiente pasamos página al resultado para concentrarnos en la final. Era solo un paso hacia nuestra meta”, dijo el seleccionador alemán, Joachim Löw.
Para el duelo de hoy, Brasil llega con la importante baja de Neymar y con una clara victoria en el último amistoso ante Rusia en Moscú (0-3). Alemania, por su parte, viene de empatar a un gol ante España y, según anunció Löw, no contará con su portero Marc André ter Stegen, que tiene un problema de rodilla, sin gravedad, pero del que no quieren correr riesgo; además, Thomas Müller y Mesut Özil abandonaron la concentración para no recargarlos de partidos tras los compromisos que han tenido con sus clubes.
Se espera que Tite haga al menos una modificación con el ingreso de Fernandinho en detrimento de Douglas Costa con el objetivo de tener un mayor control en el centro del campo. Löw hará por lo menos cinco cambios en relación con el partido contra España. El plan es que empiecen como titulares Marvin Plattenhardt como lateral izquierdo, Ilkay Gündogan -en lugar de Sami Khedira- y Leroy Sané en la posición de Julian Draxler.
LA HERIDA SIGUE ABIERTA
A pesar de la lejanía en el tiempo que tiene la histórica goleada y aunque no es un partido oficial, Tite se sinceró y sin complejos admitió tener miedo al partido de hoy.
“El 1-7 del Mundial es un fantasma. Ocurrió, sigue estando presente. La gente habla suficiente de ello y cuanto más se habla menos desaparece el recuerdo”, confesó el entrenador brasileño al tiempo que dijo que este amistoso tiene una gran significación psicológica.
“Los chistes sobre el tema no son malignos, pero la herida sigue abierta. El partido de Berlín es parte del proceso de cicatrización. Es un gran reto no solo en lo deportivo, sino también en lo emocional. Por ello nos preparamos para poder dar un gran rendimiento; es muy importante para nosotros tener este partido antes del Mundial porque nos ayudará”.
Tite consideró que su rival está entre los favoritos para ganar el Mundial “no solo por el futbol que juega, sino también por la continuidad a alto nivel lo que es muy difícil de lograr. Löw ha logrado integrar jugadores jóvenes en el primer equipo con gran naturalidad como si llevaran mucho tiempo en la selección”.
ESPERAN UN RIVAL ANSIOSO
Joachim Löw se mostró un poco más tranquilo de este encuentro, aunque eso sí, sabe que algunos brasileños tomarán como una revancha este amistoso; el técnico alemán subrayó que lo sucedido en aquella semifinal es inexorable.
“Algunos brasileños pensarán en una revancha, pero eso es imposible; la semifinal es irrevocable. Ya pasó, ahora es otro partido. No se puede borrar la semifinal”, dijo.
Con respecto a la situación actual de Brasil, Löw dijo que el equipo ha mejorado mucho, sobre todo en lo que respecta al trabajo defensivo lo que aumenta sus posibilidades de cara al Mundial.
“En el futbol moderno todos los jugadores tienen que saber defender y en Brasil ahora todos defienden. Que adelante son peligrosos es algo que siempre hemos sabido, pero ahora hasta Neymar, que mañana (hoy) lamentablemente no estará, trabaja en la recuperación de pelota”.
Löw añadió que “si las cosas fueran como antes, Brasil siempre sería campeón del mundo. Pero las cosas no son como antes. Tite lo ha entendido. Nosotros también tuvimos que cambiar, durante mucho tiempo apostamos a la voluntad y a la entrega física y llegó el momento en que tuvimos que entender que eso no era suficiente”, precisó.
El 1-7 del Mundial es un fantasma; el partido en Berlín es el proceso de cicatrización, la herida sigue abierta” TITE Entrenador de Brasil Algunos brasileños pensarán en una revancha, pero eso es imposible; la semifinal es irrevocable” JOACHIM LÖW Entrenador de Alemania